En los seis primeros meses, las exportaciones de vehículos han alcanzado la cifra de 18.273 millones de euros, un 34% más que en 2020. Sin embargo, comparado con 2019, esta es aún un 3,7% inferior. Según señala Anfac, “el sector demuestra así su resiliencia a pesar del contexto: la crisis económica y sectorial” y la escasez de semiconductores.
En este sentido, los fabricantes esperan que la falta de microchips, que está afectando gravemente a la producción de vehículos, se notará aún más en el segundo semestre del año. Por su parte, el valor de las importaciones alcanza los 8.197 millones, un 22% más que en 2020. Comparado con 2019, la caída es del 29%, “lo que da medida del impacto del descenso de las matriculaciones en el mercado nacional”, añade la patronal.
La actividad import/export ha generado un beneficio a la balanza comercial de 10.076 millones de euros hasta junio, un crecimiento del 45% respecto al primer semestre de 2020, y del 36% respecto al de 2019. Este resultado sitúa al automóvil como el producto con mayor aportación a la balanza comercial, y a la automoción como segunda industria más importante, tras la agroalimentaria.
Para el director general de Anfac, José López-Tafall, “la escasez de semiconductores y la baja demanda de vehículos condicionan la actividad, pero los resultados del primer semestre y la aportación a la balanza comercial demuestran la resiliencia y fortaleza del sector”.
El sector ha logrado en el primer semestre un aumento del 60% de su saldo comercial, con una aportación positiva de 6.657 millones de euros a la balanza comercial española. Aunque este saldo es superior al de 2019 (4.123 millones), tanto el valor de las exportaciones (-7,8%) como de las importaciones (-21%), son inferiores a los de hace dos años, “dando la medida de que el sector no atraviesa un momento comercial positivo”.