Tras ocho meses fuera de servicio, el Cap Finistère de Brittany Ferries retoma este martes su ruta entre el puerto de Bilbao y Portsmouth con tres conexiones semanales (martes, viernes y domingo). El buque presta servicio de carga rodada y pasajeros en Bilbao desde hace una década, y solo este año ha sufrido un parón tan prolongado debido a la pandemia. Además, la naviera cuenta con conexiones ro-pax con Rosslare (Irlanda) y una exclusiva de carga con Poole, al sur de Inglaterra.
Para Roberto Castilla, director en España de Brittany Ferries, “trabajamos para mantener la conectividad entre Bilbao y Portsmouth. Es posible convivir con la pandemia y la libertad de movimientos, y el tráfico de mercancías con Reino Unido a través de Bilbao supone el fortalecimiento de nuestros servicios ro-pax”.
Por su parte, el presidente de la Autoridad Portuaria, Ricardo Barkala, valora “el enorme esfuerzo que ha realizado Brittany Ferries por mantener sus rutas de carga durante la pandemia, así como el hecho de que cuando ha sido posible ha retomado este importante servicio con Portsmouth. No hay que olvidar que este año es especialmente complicado por la crisis económica y el Brexit, que nos obligará a extremar los controles a la llegada”.
Desde la autoridad portuaria entienden que uno de los pilares fundamentales para la recuperación de la economía es la apuesta por la transición energética, con buques propulsados por gas natural licuado.
A comienzos de 2022, el Salamanca será el primero que navegue gracias a este combustible, conectando Bilbao con Portsmouth. Sus 215 metros de eslora lo convertirán en el más largo de la flota, con capacidad para 1.015 pasajeros y un 28% más de carga, hasta 2.714 metros lineales. Al Salamanca se le unirá en 2023 el Santoña.
Para preparar la llegada de estos ferris, ya se han llevado a cabo varias pruebas conjuntas, la autoridad portuaria está acondicionando la zona de atraque y Repsol construye una gasinera para el abastecimiento de gas.
