El puerto de Vigo ha renovado su certificado ambiental y registro EMAS, normativa de acogimiento voluntario que reconoce a las organizaciones por su gestión ambiental y el compromiso de mejora continua verificado mediante auditorías independientes. El enclave gallego dispone de esta certificación desde 2010 y la ha ido renovando cada año.
La certificación EMAS es una de las más prestigiosas de la UE y la más exigente en gestión ambiental a nivel mundial. La renovación de este registro va asociada, además, la nueva edición de la declaración ambiental de 2019, disponible en la página web de la institución. Este reconocimiento y las certificaciones ISO 14001, ISO 9001, ISO 45001 y PERS (Port Environmental Review System) convierten a Vigo en una de las pocas autoridades portuarias europeas que puede presumir de una completa gestión ambiental.
La auditoría de la certificadora DNV GL Business Assurance España resalta como puntos fuertes las acciones de sostenibilidad llevadas a cabo en el último año. En concreto, la iniciativa Blue Growth; el compromiso Our Ocean para la autosuficiencia energética; los proyectos ML Style de recogida de basuras marinas y valorización de residuos; la limpieza de las dársenas portuarias; el proyecto de recuperación de ecosistemas con arrecifes submarinos Puertalmar, y el proyecto Peiraos do Solpor.
En 2019, Vigo redujo sus emisiones un 26% (más de mil toneladas de CO2). Además, el consumo de energía eléctrica ha bajado un 7% y se ha incrementado la producción de energía de fuentes renovables en un 48%. El consumo de agua propio ha disminuido un 11%, y el los usuarios un 19%. Igualmente, el parque móvil ha reducido el consumo de combustible en un 14%, el consumo de las calderas de gasóleo, un 13%, y el combustible de maquinaria, un 40%.