La crisis generada por la pandemia ha paralizado muchos sectores económicos, entre ellos el del turismo y en especial el de cruceros. En el caso de la Comunitat Valenciana, esto ha supuesto una pérdida de ingresos cuantificada en 56 millones de euros durante el último año, según un estudio de la Universitat Politècnica de València, dirigido por la Fundación Valenciaport en el marco del proyecto Co-Evolve de la UE.
El informe detalla que cada crucerista desembarcado en el puerto de València realiza un gasto medio de 146 euros, un desembolso del que se beneficia la ciudad y los municipios más turísticos.
En el desglose que la UPV realiza, se detalla que la comunidad de cruceros genera una cifra de negocio de 25,3 millones de euros. De ellos, 17,5 millones corresponden a cruceristas, 7,2 a las empresas implicadas (prácticos, remolcadores, consignatarios, terminal, operadores turísticos, autoridad portuaria…) y 0,6 millones a la tripulación. A partir de este desembolso inicial, se genera una facturación sobre la economía valenciana adicional de 30,7 millones de euros, en el comercio, la mayoría en hostelería, transporte, cultura o alimentación.
En este sentido, la cifra generada por la actividad de cruceros de 56 millones de euros se debe a los 25,3 millones de euros de gasto inicial de la comunidad crucerista que tiene un efecto multiplicador de 1,21 euros en el entramado productivo valenciano. Además, la actividad genera 637 puestos de trabajo en los sectores económicos de la ciudad, principalmente, en la hostelería, el comercio, el transporte o el ocio y la cultura.
Los datos del estudio señalan que la gran mayoría de los visitantes son europeos: el 19% de Italia, el mismo porcentaje de Alemania, el 18% de Reino Unido y el 10% de Francia. Destaca entre los países terceros, el 10% de turistas que llegan desde EEUU.
