El número de tripulantes que requiere repatriación tras finalizar sus contratos se ha reducido en los últimos dos meses, desde un máximo de 400.000 en septiembre del año pasado a unos 200.000 en la actualidad. Un número similar espera en los puertos el momento de ser embarcados. Sin embargo, esta cifra podría volver a aumentar. “La crisis de los relevos de tripulaciones está lejos de terminar”, asegura el secretario general de la International Maritime Organisation (IMO), Kitack Lim.
Una resolución de la Asamblea General de Naciones Unidas instó el año pasado a los países miembros de la ONU a designar a la gente de mar como trabajadores esenciales, así como a implementar las medidas necesarias para asegurar que las tripulaciones varadas en los puertos fueran repatriadas a sus países de origen.
Sin embargo, en la actualidad menos de 60 países han atendido el llamamiento de IMO y la mayoría siguen considerando a las tripulaciones de los buques mercantes como trabajadores no esenciales. “Es necesario que más países lo hagan si queremos resolver esta crisis y garantizar que la gente de mar reciba un trato justo y que se les facilite adecuadamente el tránsito hacia o desde su lugar de trabajo. Todavía queda un largo camino por recorrer antes de volver a un régimen normal en los relevos de tripulaciones”, señala el máximo responsable de IMO.
También reclama que los Gobiernos den prioridad a la gente de mar en sus programas nacionales de vacunación contra el coronavirus. “A pesar de las dificultades de acceso a los puertos, la repatriación, los cambios de tripulación, y otros, no se puede negar que la gente de mar ha ido más allá de la llamada del deber”, concluye Lim.
