Un estudio de Mercator Institute for Chinese Studies (Merics), encargado por la comisión de Transportes del Parlamento Europeo, advierte sobre los riesgos de las inversiones chinas en puertos europeos y propone medidas para afrontarlos. El informe analiza un total de 24 acuerdos de adquisición chinos y 13 proyectos de inversión totalmente nuevos anunciados en infraestructura marítima europea entre 2004 y 2021.
Las adquisiciones representan la mayor parte de las inversiones chinas en puertos, en total, según sus cálculos, más de 9.100 millones de euros. China Ocean Shipping Company (Cosco) y China Merchants son los principales inversores, mientras Shanghai Zhenhua Heavy Industries Company Limited (ZPMC) es el principal proveedor de grúas de buque a tierra en los puertos europeos.
La actividad inversora de las empresas chinas en el sector marítimo disminuyó en 2020-2021, probablemente por efecto de la pandemia y las políticas de covid cero, así como por la introducción de mecanismos de control de las inversiones extranjeras directas más estrictos.
Según el estudio, las empresas estatales chinas se benefician de un mercado interno protegido y de una cadena de valor integrada verticalmente bajo la propiedad de la Comisión de Administración y Supervisión de Activos Estatales (Sasac), lo que facilita una posición de mercado anticompetitiva.
El informe se detiene en tres ejemplos concretos, dos en Grecia y Alemania y uno en un país candidato a la UE, Turquía. En El Pireo y Hamburgo las inversiones chinas pueden aportar beneficios en forma de mejoras y ampliación de la capacidad portuaria. Sin embargo, solo en El Pireo han aumentado sustancialmente los tráficos, mientras el resultado en la terminal de Kumport ha sido “decepcionante”, que está operando por debajo de su capacidad.
Cinco tipos de amenazas
La evaluación de riesgos analiza cinco tipos de riesgo: riesgo de dependencia a nivel de la UE; riesgo de dependencia individual de cada caso; riesgo de coerción y/o influencia; riesgo cibernético/de datos; y riesgo de seguridad grave. El análisis destaca que la coerción económica y los riesgos de seguridad cibernética y de datos son mayores y, por lo tanto, requieren más atención.
La conciencia y la capacidad para abordar los riesgos cibernéticos y de datos se identifican como la cuestión más urgente. Estos se generalizarán rápidamente a medida que se desarrollen la transición digital y la aplicación de 5G en las industrias del transporte marítimo y de operaciones portuarias.
El estudio muestra que las inversiones en una infraestructura marítima europea aumentan los riesgos para toda la UE, que es proporcional a la inversión: cuanto mayor es la participación de una empresa china, mayores serán los riesgos y sus consecuencias.
Los expertos de Merics recomiendan a los estados miembros que lleven a cabo una evaluación de riesgos de la participación de China en sus infraestructuras marítimas que incluya el impacto sobre el trabajo y el medio ambiente, así como sobre las dependencias.
Ley europea de cabotaje marítimo
También reclaman una ley europea de cabotaje marítimo, como ya existe para el transporte terrestre, que podría aplicarse a las navieras de fuera de la UE.
Por último, insta al Parlamento Europeo a aprovechar la oportunidad que brinda la revisión del actual reglamento de la UE sobre el control de la IED (inversiones extranjeras directas) para proponer un fortalecimiento del papel de la UE no solo a la hora de controlar, sino también de bloquear las inversiones chinas en infraestructuras críticas. Esto podría limitarse a la participación mayoritaria de empresas chinas, dejando las decisiones sobre las participaciones minoritarias en manos de los estados miembros.