Los conductores hacen posible que el mundo siga moviéndose. Incluso en momentos tan complicados como los que vivimos durante la pandemia mundial estos profesionales del volante continuaron trabajando para que a los demás no nos faltara de nada, con riesgo para su propia salud en muchas ocasiones.
Una época en la que los aplausos de las ocho también se los dedicábamos a ellos por estar en primera línea de batalla para que los supermercados, farmacias, gasolineras o granjas estuvieran permanentemente abastecidas. Una época en la que en el sector se acuñó el lema #EnRutaPorTi.
En un mundo donde el transporte de mercancías por carretera desempeña un papel tan fundamental para el crecimiento económico y el bienestar de la sociedad (solo hay que recordar que el 96% de los bienes que se transportan en España lo mueven los camiones, así como el 75% de lo que exportamos a la UE), es esencial reconocer el papel crucial que juegan los conductores de estos vehículos, activos clave en la cadena de suministro.
Sin estos profesionales de primera categoría el sector español del transporte internacional por carretera no luciría el músculo exportador que tanto aporta a nuestra economía. Un buen punto de partida para valorar y dignificar esta profesión es el Charter IRU-GSA-ITF, que recoge un decálogo de recomendaciones dirigidas a mejorar las condiciones de trabajo de los transportistas precisamente en las áreas de carga y descarga de las mercancías, donde confluyen tanto empresa cargadora como transportista y sus conductores, para que puedan desarrollar su labor con garantías, seguridad y de una forma digna.
Esta iniciativa también persigue mejorar la eficiencia en el sector, reduciendo los tiempos de espera en estos puntos de carga y descarga y, en definitiva, garantizar un entorno laboral más favorable que promueva esta profesión como una opción atractiva para las nuevas generaciones. No hay que olvidar que hacen falta alrededor de 20.000 conductores para cubrir la demanda de servicios de transporte por carretera en España, donde el 70 % de los chóferes de camión supera los 50 años.
“Este Charter representa un antes y un después en el diálogo sectorial de la cadena de transporte. Continuemos trabajando para que cada vez sean más lo que apuesten por esta nueva cultura logística colaborativa que apuesta por el bien común”
Bajo el paraguas de la campaña #SupportOurDrivers (Apoyemos a Nuestros Conductores), este protocolo -firmado por la Organización Internacional del Transporte por Carretera (IRU), la Alianza Global de Cargadores (GSA) y los sindicatos Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF)- ha llegado a nuestro país de la mano de ASTIC, miembro de pleno derecho de IRU; y Transprime, delegación española de GSA.
En España su puesta de largo tuvo lugar en el puerto de la Bahía de Algeciras el pasado 20 de abril. En este encuentro se presentó en primicia mundial la Certificación de Cargador Responsable (CCR), basado en un conjunto de acciones para los cargadores que acredita, entre otros aspectos, que estos disponen de instalaciones debidamente acondicionadas para los transportistas; que los servicios de transporte se remunerarán sin demoras; o que minimizarán los tiempos de espera para cargar y descargar la mercancía hasta lo estrictamente necesario.
Al evento de Algeciras le siguió otro en el puerto de Valencia, que sirvió para constatar el enorme respaldo que está recibiendo este movimiento, cuya vocación es la de sumar voluntades de más empresas y entidades. Un respaldo que incluye el absoluto compromiso del ministerio de Transportes, que considera prioritaria esta materia, en la que lleva años trabajando junto al Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC).
Unas negociaciones que, por cierto, lograron un hito para el sector el pasado mes de septiembre: prohibir por ley que los conductores carguen y descarguen la mercancía de sus camiones, salvo determinadas excepciones. Por supuesto, también nos encantaría contar con el apoyo de los sindicatos de nuestro país que, a diferencia de los europeos, todavía no se han pronunciado.
Este Charter representa un antes y un después en el diálogo sectorial de la cadena de transporte. Continuemos trabajando para que cada vez sean más lo que apuesten por esta nueva cultura logística colaborativa que apuesta por el bien común.
