Las empresas y autónomos del transporte y la logística han cerrado el segundo trimestre de 2023 con 1.163.600 personas ocupadas, lo que supone un incremento del número de empleos del 3,6% con respecto al trimestre anterior. Según se desprende de la Encuesta de Población Activa (EPA), publicada este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE), este dato supera en un 0,7% la media de la economía española.
El comportamiento del empleo en el segundo trimestre del año contrasta con el del primero, cuando el empleo en el sector se contrajo un 2,2%, hasta quedar en 1.122.200 personas ocupadas. Esto es, entre abril y junio se han creado más de 41.000 nuevos puestos de trabajo, con datos de la EPA.
Desde la patronal logística UNO advierten que son consecuencia de las contrataciones derivadas de la Semana Santa, la campaña de rebajas y la temporada estival, y de una mejora del empleo asociada al sector servicios. Para su presidente, Francisco Aranda, “el tejido productivo español ha continuado haciendo esfuerzos titánicos por estimular el consumo, adelantando las rebajas y poniendo en marcha distintos tipos de campañas para favorecer las ventas, un empujón que ha tenido un impacto directo en la ocupación”.
Aranda ha apelado a la prudencia en un momento marcado por la incertidumbre económica y las dificultades para configurar el nuevo Gobierno. “Es importante que el ejecutivo que resulte de las elecciones del 23J establezca entre sus prioridades la puesta en marcha de un cambio de rumbo en política fiscal que rebaje la presión sobre nuestro tejido productivo, así como en materia laboral, favoreciendo la flexibilidad y la bajada del absentismo, que se encuentra desbocado”, ha subrayado.
Según datos del Instituto de Estudios Económicos (IEE) relativos a la competitividad fiscal de 2022, España se encuentra en el puesto 34 de 38, “una lamentable posición, que viene a ratificar el complejo escenario que afrontan nuestras empresas y que nos sitúa a la cola en términos de agilidad, flexibilidad y certidumbre laboral”.
La actividad logística registra multitud de picos de actividad a lo largo del año, está muy vinculados a las grandes campañas de ventas que se producen en el Black Friday y Navidad, las rebajas de invierno o la temporada de verano, “por lo que la rigidez del mercado de trabajo lastra nuestro potencial como grandes generadores de empleo”, esgrime Aranda.
