El puerto de Tarragona ha iniciado las inspecciones de sus infraestructuras clave con la ayuda de un dron submarino. El coste de estas operaciones asciende a 189.000 euros y están recogidas en el plan de conservación del enclave con una duración de tres años. La inspección del estado de conservación de los grandes elementos de la infraestructura, como diques, muelles o puentes, permite detectar posibles anomalías antes de que causen daños o accidentes, y proceder a la reparación.
Las actuaciones contemplan la inspección visual de todos los menajes verticales de los muelles hasta el fondo marino y de los diques exteriores, tanto en superficie como sumergida, gracias a un dron submarino; el control taquimétrico para supervisar los asentamientos; la batimetría con una sonda para explorar el fondo marino; el estudio con láser lateral de los menajes de los muelles y menajes verticales, y la inspección visual de los puentes.
Estas tareas con dron submarino han empezado por el muelle de Cantabria, donde ya han comenzado las inspecciones visuales sumergidas, y durarán hasta principios del año que viene.