El profesional esencial mejor remunerado en transporte y logística, por debajo de los 40.000 euros, es el de responsable de plataforma, con una retribución media de 35.220 euros brutos anuales. El segundo profesional esencial mejor pagado en logística es el técnico/a de compras (26.969 euros); jefe/a de tráfico (26.731 euros); y responsable de experiencia de cliente (26.195 euros anuales de media).
Adecco ha analizado las remuneraciones de logística y transporte en España, centrándose en posiciones esenciales cuya banda salarial se sitúa por debajo de los 40.000 euros de media, así como su situación actual y previsiones de futuro.
En torno a los 25.700 euros de remuneración media anual bruta aparece el jefe/a de área, y con 24.644 euros anuales están los técnicos/as de operaciones. Por último, se ubican los agentes de tráfico (23.800 euros de salario medio), técnicos de logística (23.675 euros brutos/año), que además son los perfiles más demandados del sector, con un 5% de las ofertas del ámbito logístico. Les siguen los técnicos/as de aprovisionamiento, con una remuneración media de 23.067 euros/año.
En 2021, el logístico fue el tercer sector que más creció, por detrás de sanidad y distribución minorista. Las empresas de logística gestionaron alrededor de 725 millones de envíos, un 6% más que el año anterior, recuperando los niveles previos a la pandemia.
Actualmente, el sector representa el 7,9% del PIB español, con una cifra de negocio que alcanza los 111.000 millones de euros. Dentro de él operan más de 197.000 compañías.
Tirón del ecommerce
En relación con el empleo, el sector genera alrededor de 1.132.000 puestos de trabajo. El pasado año las contrataciones se incrementaron un 3% respecto a 2020, y se prevé que las contrataciones sigan creciendo alrededor de un 2%, aunque no se espera un aumento significativo de los sueldos. Gran parte de esta evolución positiva se debe al auge del ecommerce.
La empresa de trabajo temporal asegura que la llamada logística verde es uno de los principales retos del sector para los próximos años, y marcará muchos de los cambios que se produzcan en sus infraestructuras. Uno de los objetivos será reducir las emisiones de CO2 y la huella de carbono del transporte de mercancías, lo que afecta a aviones, barcos y camiones.
