El despegue de la dársena sur con el desarrollo del proyecto Octopus permitirá al puerto de Castelló ganar hasta 420.000 metros cuadrados de nueva superficie y 865 metros de muelles de 16 metros de calado. El proyecto figura en el plan director del enclave, con un presupuesto inicial de 93 millones.
Así, cuando culmine su desarrollo, PortCastelló dispondrá de un total de 700.000 metros cuadrados en la dársena sur “para desarrollar grandes proyectos industriales, que ayuden a consolidarnos como un enclave industrial, químico, enfocado a nuevas tecnologías y combustibles sostenibles”, ha señalado el presidente de la autoridad portuaria, Rafa Simó, que este viernes ha hecho balance de su primer año de gestión.
Simó ha afirmado que las líneas estratégicas definidas servirán para lograr el reto PortCastelló 2030, que supondrá alcanzar para ese año los 30 millones de toneladas en tráfico de mercancías, 30 millones de inversión privada al año y reducir el consumo de energía y las emisiones en otro 30%. “Miramos el futuro con ambición y con el convencimiento de que debemos convertirnos en una infraestructura comprometida con el entorno, además de moderna y ágil”, ha asegurado.
El responsable portuario ha esbozado los principales proyectos de futuro. En la vertiente social, se ha referido a las gestiones realizadas para convertir el puerto en un hub de la innovación, la transformación digital y el conocimiento, además de la formación especializada.
En su vertiente medioambiental, se ha referido a dos actuaciones en especial, el Código de Buenas Prácticas Medioambientales y la firma de un convenio pionero de calidad del aire con la Generalitat Valenciana.
En lo económico, ha destacado el buen comportamiento de los tráficos de mercancías, a pesar de la pandemia. De hecho, el recinto se mantiene como el noveno puerto del Estado, y se consolida como el segundo en graneles sólidos gracias al sector cerámico.
En el último año ha ejecutado obras por valor de casi 10 millones de euros, como el puente sobre el canal de Iberdrola, el nuevo atraque de líquidos o la red contraincendios en la dársena sur. También se ha avanzado en tramitaciones relacionadas con la conectividad ferroviaria.
Por último, Simó no ha pasado por alto la tragedia del Nazmiye Ana, el 28 de mayo. “42 días que nos han marcado y que muchos recordaremos como de las peores semanas de nuestras vidas. Ahora solo nos queda esperar que se haga justicia, trabajar para que la memoria del accidente, de David y de Bhanu Pratap no caigan en el olvido y para ayudar a Pedro para que se recupere lo antes posible”, ha subrayado.