Port Tarragona ha registrado en mayo sus mejores cifras en ferrocarril desde junio de 2018. En aquel mes fueron 223 movimientos, frente a los 203 contabilizados durante el mes pasado. Los automóviles son la principal carga subida al ferrocarril, según los datos aportados este miércoles por la autoridad portuaria, con 63 composiciones.
Al automóvil le sigue muy de cerca el tráfico de cereales, que ha necesitado la puesta en circulación de 61 convoyes. Los productos siderúrgicos, con otros 50; los químicos, con 40, y los de contenedores, con un total de 15, completan el tráfico ferroviario del enclave catalán en mayo.
De hecho, cereales y vehículos llenan el vacío dejado por el carbón en el transporte por ferrocarril. Comparado con las mercancías transportadas en junio de 2018 (106 trenes cargados de carbón, 32 de automóviles, ocho de cereales y 57 de siderúrgicos), el mes pasado se observa como el hueco dejado por el carbón se ha ocupado por vehículos (63 trenes) y cereales (61).
Para la autoridad portuaria que preside Saül Garreta, este cambio es consecuencia de la estrategia de diversificación de tráficos desplegada en los últimos años “para adaptarse al entorno y reorientar la actividad”. En este caso concreto, el cierre de la central térmica de Andorra (Teruel) en 2020 supuso una caída drástica del ferrocarril, ya que la instalación se proveía del carbón que entraba a través de Port Tarragona.
El acumulado del año también muestra un buen comportamiento y cierta tendencia al alza del tráfico ferroviario, sin lograr todavía los mejores resultados del periodo 2018-2023. Así, hasta mayo se han contabilizado un total de 837 movimientos de trenes, frente a los 1.048 del mismo periodo de 2018, pero muy cerca de los 850 de un año después. Además, los primeros cinco meses del año marcan cifras récord por tipo de mercancías, con 242 movimientos de trenes portavehículos, 261 de cereales y 68 de contenedores.
