El puerto de Tarragona ha inaugurado este viernes el nuevo muelle de Balears, la nueva infraestructura multipropósito adosada al dique de Levante. El acto, que se ha desarrollado en forma de tertulia, conducida por la directora de Puerto-Ciudad, Montse Adán, ha contado con la participación del alcalde de la ciudad, Pau Ricomà; el presidente de la APT, Josep Maria Cruset; el de Puertos del Estado, Francisco Toledo; el vicepresidente de la Generalitat y conseller de Polítiques Digitals i Territori, Josep Puigneró; y la delegada del Gobierno en Catalunya, Teresa Cunillera.
Tras la presentación de la infraestructura realizada por el presidente del enclave y de la tertulia posterior, se ha celebrado el acto de hermanamiento con las Illes Balears. Josep Maria Cruset y el conseller de Mobilitat del Govern Balear, Josep Ribas, han depositado un puñado de arena mallorquina en las entrañas del muelle que lleva el nombre del archipiélago.
La parte institucional ha finalizado con el descubrimiento de una placa conmemorativa por parte del capitán del crucero Europa, Dvergastein Dag, el primero que atraca en el muelle. Para el presidente del puerto, “este nuevo muelle nos permitirá recuperar en dos años las cifras récord que se lograron en 2019, con 128.000 pasajeros”, y ha añadido que “la construcción de la nueva terminal de cruceros significa tener un nuevo espacio de más de 5.000 metros cuadrados para dar mejor servicios a los pasajeros”.
Por su parte, el vicepresidente de la Generalitat ha comentado los retos del puerto de Tarragona y de los puertos catalanes en general, entre los que ha citado la digitalización y la descarbonización, una idea que ha secundado el presidente de Puertos del Estado. Para Francisco Toledo, “es importante que los cruceros también contribuyan a la descarbonización, usando combustibles alternativos como el GNL y, más adelante, el hidrógeno”.
Toledo ha explicado también que “el año pasado fue terrible” para todo el sistema portuario, pero que se prevé recuperar el número de pasajeros de antes de la pandemia entre finales de 2022 y principios de 2023, con más lentitud en el caso de los cruceros que en el de mercancías.
700 metros más de línea de atraque
El nuevo muelle de Baleares aumenta la línea de atraque de cruceros en 700 metros, lo que permitirá el atraque de los buques más grandes y de varios de manera simultánea (hasta cuatro cruceros). Para construirlo, se ha llevado a cabo una inversión de más de 30 millones de euros, que ha servido para ampliar con 40 hectáreas el espacio destinado a la operativa de cruceros. Las obras han durado un año y medio.
La nueva infraestructura está preparada para implantar el suministro de energía eléctrica a los cruceros durante el atraque para que los barcos no quemen combustibles fósiles durante su estancia al puerto, lo cual reducirá las emisiones de CO2. En concreto, el muelle dispone de cinco arquetas para el suministro de electricidad, una de las cuales ya está conectada a la red.
El muelle de Balears contará, además, con un edificio operativo, la concesión del cual se está tramitando. En los próximos meses se conocerá la empresa ganadora, que gestionará la nueva terminal y se encargará de promocionar el destino a nivel turístico.