Port Tarragona ha incluido en el plan de empresa una bonificación a la tasa de mercancía (T3) para agroalimentarios del 40%, el límite máximo legal, frente al 17,5% actual. Así lo ha anunciado el presidente de la autoridad portuaria, Saül Garreta, en la inauguración de la cuarta edición de Agrifood.
Con ello, la APT pretende compensar a los importadores de cereal por la congestión que sufren sus muelles como consecuencia del conflicto de la estiba, una de las principales quejas del sector. La nueva bonificación de Port Tarragona, que entrará en vigor con los Presupuestos Generales del Estado, supondrá para las concesionarias ahorros de hasta 400.000 euros.
Los productos beneficiados son los guisantes forrajeros, el trigo, el centeno, la cebada, la avena, el maíz, el sorgo, las habas de soja, la torta de soja, la torta de colza, la torta de girasol y el palmiste.
Además, el Port está trabajando para subir más mercancías al ferrocarril, definiendo nuevas zonas de carga en el muelle de Castella, una más, y dos más en el de Aragó, que entrarán en funcionamiento en breve. También se trabaja para mejorar la priorización de tráficos mediante una “solución consensuada” para establecer protocolos que den prioridad al cereal. “Lo consideramos producto perecedero, de primera necesidad y debe recibir este trato en nuestro puerto”, ha asegurado el responsable de la APT.
Además, se están estudiando nuevos puertos secos para el transporte y almacenamiento de agroalimentarios, ampliando el radio de acción, agilizando el transporte por ferrocarril y mejorando la cadena de suministro, especialmente en la zonas Zaragoza, Lleida (Quatre Pilans) y Caspe.
Por otro lado, se prevé alcanzar la total implantación del SEA (Sistema de Entrega de Agroalimentarios) para la carga de camiones con cereales, piensos y harinas en 2024, con la plena integración de las cuatro empresas estibadoras, que en paralelo están automatizando básculas, lo que también dará más agilidad al sistema.
Sin acuerdo en la estiba
Sobre la crisis de la estiba que sufre el Port, y que afecta directamente a la cadena de suministro de los cereales, Garreta ha dejado claro que Port Tarragona es “una parte afectada más” por la falta de acuerdo entre empresas y trabajadores. “Se trata de un conflicto laboral entre dos partes vitales de la operativa portuaria de Tarragona que está afectando a los tráficos y a nuestra reputación, y que nos está haciendo perder tráficos existentes y oportunidades de crecer”, ha remarcado.
En los últimos meses, el presidente de la APT ha trabajado “muy intensamente”, implicándose “personalmente” para facilitar el acuerdo. Desde su llegada al Port ha mantenido “innumerables” reuniones y contactos con empresas y representantes de estibadores y miembros del sindicato mayoritario en Tarragona, Barcelona y otros puertos.
También ha movilizado recursos de la Generalitat en formación e intermediación, y ha conseguido que Mitma y Puertos del Estado intermedien con las grandes empresas que operan en el recinto.
Garreta ha advertido que la Autoridad Portuaria de Tarragona “no tiene competencias para regular o modificar ni la organización del trabajo ni la formación ni las relaciones del sector de la estiba”, por lo que el rol de la APT es de “mediación, de presión y de influencia con el objetivo de fomentar un acuerdo que satisfaga a todas las partes y asegure la competitividad del Port”.
Finalmente, ha añadido que pondrá “toda su capacidad de influencia y experiencia profesional” para dar un buen servicio a sus clientes “como estamos demostrando con las mejoras en las operativas de descarga, el cambio de prioridades de descarga y con la bonificación de tasas”.
