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viernes, septiembre 20, 2024

ESPECIAL PORT DE BARCELONA

Rumbo a un futuro de cero emisiones

 

El cambio climático y sus efectos en el medio ambiente son uno de los desafíos más urgentes a los que se enfrenta el mundo en la actualidad. Los puertos son centros clave en la cadena de suministro y el transporte marítimo, y por ello juegan un papel crucial en la transición energética.

Consciente de su responsabilidad en este contexto global, Port de Barcelona incorporó en su IV Plan Estratégico como objetivos medioambientales la reducción del 50% de sus emisiones de gases de efecto invernadero en el año 2030 y la neutralidad climática en 2050.

Para ello, ha desarrollado una estrategia de descarbonización que se basa en tres pilares fundamentales: el plan Nexigen, centrado en la electrificación de muelles; el fomento de combustibles de transición para el transporte marítimo, como el GNL; y la apuesta por el ferrocarril como medio de transporte respetuoso con el medio ambiente, que reduce las emisiones y descongestiona las carreteras al tiempo que mejora la competitividad del enclave y fortalece su posición en el mercado global.

La finalidad del Nexigen, presentado en febrero de 2022, es mejorar la calidad del aire en el entorno portuario sin socavar la actividad comercial del primer puerto estatal por el valor de sus tráficos. El plan de electrificación de Port de Barcelona pasa por electrificar los muelles Adossat y Prat y las terminales de ferris de la dársena de Sant Bertran y del muelle de Costa antes del año 2030.

Con la electrificación de estos espacios, el Port prevé eliminar hasta 66.000 toneladas de CO2 y 1.234 de NOx generadas por la actividad portuaria.

El proyecto supone la movilización de unos 110 millones de euros de recursos propios. La mayor parte, hasta 90 millones, se destinará a la implantación de sistemas OPS (Onshore Power Supply), los dispositivos a los que se enchufarán los buques adaptados a esta tecnología cuando atraquen en los muelles barceloneses y apaguen sus motores auxiliares.

Como electrificar los muelles es imposible sin la infraestructura adecuada, el resto de esa inversión, 20 millones de euros, servirá para construir la subestación Port y tejer la red de cables que conducirá la electricidad hasta las terminales. En total, 240 kilómetros de cable y 20,5 kilómetros de canalizaciones, parte de ellos bajo el agua.

El proceso de licitación de la nueva subestación eléctrica, de 80 MW, ubicada a 500 metros de la futura subestación Ronda Litoral de Red Eléctrica, ya está en marcha. Además de la construcción, que se prevé culminar en 2025, se incluye la conexión con la futura subestación Cerdà de REE mediante una línea de alta tensión soterrada de 220 kW. La obra está presupuestada en 14 millones de euros.

Primeros ferris enchufados

Si todo funciona según lo previsto, los primeros buques se enchufarán a las terminales a finales de 2023 o principios de 2024. A medio plazo, antes de 2030, estarán electrificados todos los puntos de atraque de cruceros, el muelle Prat, donde opera la terminal BEST, y las terminales de ferris de la dársena de Sant Bertran y el muelle de Costa.

Con la electrificación de estos espacios, el Port prevé eliminar hasta 66.000 toneladas de CO2 y 1.234 de NOx generadas por la actividad portuaria. A largo plazo, en el horizonte de 2050, el compromiso es alcanzar la neutralidad climática y generar cero emisiones contaminantes. En la actualidad, según datos de la autoridad portuaria, el puerto emite 300.000 toneladas anuales de C02, el 0,7% del total de Catalunya, que se eleva a 44 millones de toneladas (con datos de 2019).

Trasmed GLE también conectará sus buques a la red eléctrica del puerto de Barcelona, concretamente al OPS del muelle Sant Bertran. El acuerdo firmado con la filial de Grimaldi contempla tres objetivos: la hoja de ruta para la prueba piloto OPS en la terminal; el estudio de compatibilidad que asegure la conexión entre el muelle y los buques, y definir el procedimiento operativo conjunto que fije todas las acciones de conexión y desconexión.

La naviera napolitana cuenta en su flota con varios barcos de cero emisiones en puerto, gracias a las grandes baterías que le permiten desconectar los motores auxiliares cuando están atracados.

El pasado mes de agosto, Port de Barcelona lanzó el proceso de licitación del piloto para la electrificación de la Terminal Ferry Barcelona, una de las dos en las que operan sus ferris. El proyecto parte con un presupuesto de cinco millones de euros y se considera la fase cero de Nexigen.

En octubre, el plan de electrificación de Port de Barcelona echó a andar con la primera reunión de trabajo del plan piloto de la terminal de contenedores BEST entre los responsables de la autoridad portuaria y los técnicos de PowerCon A/S. La ingeniería danesa ganó el contrato del proyecto, que incluye la redacción y ejecución, conexión y desconexión de los buques, y el mantenimiento de la instalación. Las obras para hacerlo posible acaban de comenzar.

La terminal semiautomatizada de Hutchison Ports es uno de los grandes aliados del Port para descarbonizar la actividad. En 2022 ya eliminó las emisiones de alcance dos al optar por electricidad de energía 100% renovable, la que mueve sus grúas eléctricas montadas sobre raíles, algo que le ha permitido reducir la huella de carbono hasta un 65% en comparación con una terminal convencional.

En 2022, el Port movió en tren un total de 265.000 teus, el 13,5% de los contenedores que entran o salen del recinto portuario, y casi 225.000 automóviles.

BEST estará en condiciones de suministrar energía eléctrica en el muelle Prat en 2024 y contribuir así a la descarbonización del transporte marítimo. También se espera que la actual ampliación de la zona de almacenamiento permita que todos los contenedores refrigerados consuman electricidad de fuentes renovables a finales de ese año.

Además, la terminal apuesta por el tren, lo que supone retirar camiones de la carretera. En los últimos 10 años, la cuota de tráfico ferroviario de Port de Barcelona ha pasado del 3% al 20%, gracias a la terminal ferroviaria propia de BEST, a la inversión en terminales intermodales interiores en Zaragoza, Noain, Villafría, Agoncillo y Miranda de Ebro, y a la creación del operador Synergy.

Impulso al transporte ferroviario

La estrategia de descarbonización de Port de Barcelona pasa también por el impulso a modos de transporte más sostenibles. En este caso, el ferrocarril está llamado a tener un papel relevante en los tráficos de mercancías, en línea con los requerimientos de la Unión Europea y los objetivos de los gobiernos español y catalán. Hace 15 años, la cuota ferroviaria de mercancías en España era del 10% mientras que en la actualidad apenas llega al 3%.

Best Barcelona
Terminal BEST de Hutchison Ports.

Actualmente, Barcelona es el puerto estatal líder en tráficos ferroviarios. En 2022, movió en tren un total de 265.000 teus, el 13,5% de los contenedores que entran o salen del recinto portuario, y casi 225.000 automóviles en régimen de mercancía, el 44% del total. Con el objetivo de duplicar estas cifras, el Port está desarrollando el futuro hub ferroviario del Llobregat, en el que concentrará toda la actividad.

El plan supondrá una inversión de 600 millones de euros y la construcción de cuatro nuevas terminales en el antiguo cauce del río: una ferroutage para servicios de autopista ferroviaria; una terminal de recepción y expedición, y otra de carga y descarga; y la terminal Nou Llobregat, paralela al curso actual del río. Estas se sumarán a las dos ya en funcionamiento, la que opera BEST a través de su filial Synergy en el muelle Prat; y la terminal C, de expedición y recepción.

El nuevo complejo ferroviario será uno de los más importantes del corredor mediterráneo, la arteria ferroviaria que cruzará Europa desde Hungría hasta Algeciras. La puesta en servicio permitirá el trasvase de la carretera al ferrocarril de hasta 400.000 contenedores y unos 46.000 semirremolques al año.

Nuevos combustibles: del GNL al metanol

Otro de los elementos clave en el camino por convertirse en un puerto neutro en emisiones es el desarrollo de la oferta de nuevos combustibles. El gas natural licuado (GNL) está considerado un combustible de transición, que permite una importante reducción de CO2 y óxidos de nitrógeno, y la práctica eliminación de otros contaminantes como el óxido de azufre y las partículas en suspensión.

En este sentido, la planta de regasificación de Enagás en Barcelona cuenta ya con la primera gabarra de bunkering de GNL construida en España. Se trata del Haugesund Knutsen, fletado por Shell y construido por Astilleros Armón Gijón, con base permanente en el recinto barcelonés. El buque de abastecimiento y transporte de gas da servicio no solo al Port, sino también a zonas adyacentes y clientes de otros rincones del Mediterráneo, desempeñando un papel fundamental para la seguridad de suministro de gas natural en la región.

Uno de cada cinco cruceros que recalarán este año en Barcelona disponen de propulsión a gas y el 62% serán buques con menos de 10 años de antigüedad.

Hace casi una década que Port de Barcelona viene apostando por el GNL como combustible de transición. Un esfuerzo que comienza a ser visible en la actividad de cruceros, como demuestra el hecho de que uno de cada cinco buques turísticos que recalarán este año en sus muelles disponen de propulsión a gas, en concreto, los de las compañías Aida, Costa, P&O y MSC. A estos cruceros propulsados a gas se suma el hecho de que el 62% de las escalas serán de buques con menos de 10 años de antigüedad. Hasta nueve de los que escalarán este año en la capital catalana son de nueva construcción.

Además, la autoridad portuaria que preside Lluís Salvadó está estudiando la viabilidad de una planta de metanol verde a partir de los residuos orgánicos recogidos de los buques y de otras procedencias para suministrar este tipo de combustible verde que se está revelando como una de las mejores opciones de futuro para el transporte marítimo.

“Tenemos que entrar de lleno en la producción de combustibles limpios para poder hacer el suministro en los nuevos buques que llegarán al Port”, sostiene el jefe de proyectos ambientales de APB, Xavier Sabaté. Según sus previsiones, la planta de biometano podría producir unos 15.900 metros cúbicos de GNL, el 25% del bunkering anual que se lleva a cabo en las instalaciones portuarias.

Iniciativas en el ámbito de la divulgación

Al esfuerzo en electrificación de muelles, nuevos combustibles y ferrocarril, el Port desarrolla diferentes iniciativas en el ámbito de la divulgación y la concienciación medioambiental. Entre otras, lidera tres actuaciones innovadoras para la transformación verde de los puertos europeos a través del proyecto Pioneers (Portable Innovation Open Network for Efficiency and Emissions Reduction Solutions). Se trata de una plataforma de movilidad para cruceristas, liderada por el RACC, utilizando el sistema Maas; el 5G marítimo para la localización inteligente de buques; y el Containers Transport Forecast, un modelo de predicción del transporte de contenedores en camión. Pioneers engloba 28 acciones en total a desarrollar entre los cuatro puertos del consorcio: Amberes-Brujas (Bélgica), Venlo (Países Bajos), Constanza (Rumanía) y Barcelona.

En octubre, la sede portuaria acogió por primera vez la Cumbre sobre Océanos Sostenibles, la Sustainable Ocean Summit (SOS), un congreso organizado por el World Ocean Council para abordar las grandes cuestiones pendientes en el camino por la descarbonización del transporte marítimo. También en 2022 se sumó a la alianza One Ocean Summit para reducir el impacto ambiental de la actividad portuaria y del transporte marítimo. Los 28 enclaves firmantes de la declaración se han marcado como objetivo disponer de conexiones eléctricas en los muelles de contenedores y de cruceros en 2028.

ENTREVISTA

“Nexigen es una pieza fundamental para llegar a ser un puerto neutro en emisiones”

ANA ARÉVALO
ENERGY TRANSITION MANAGER DE PORT DE BARCELONA

— ¿Cuáles son los ejes fundamentales de la estrategia de descarbonización del Port?

El IV Plan Estratégico del Port de Barcelona 2021-2025 sitúa a la sostenibilidad (económica, social y ambiental) como el eje sobre el que debe basarse su crecimiento futuro. Por ello, la transición energética es un eje central. Este compromiso con el medio ambiente ha llevado al puerto a desarrollar numerosos proyectos para descarbonizar la actividad y reducir las emisiones. Los grandes ejes de actuación en los que trabajamos son la electrificación de muelles, la transición energética y la promoción de nuevos combustibles para el transporte marítimo y la actividad portuaria.

— ¿En qué consiste el plan Nexigen?

El Nexigen es un plan para mejorar la calidad del aire del puerto y por ende de la ciudad. Consiste en implementar el proyecto de electrificación de muelles que permitirá la conexión eléctrica de los barcos que llegan al Port a la red eléctrica sin necesidad de utilizar los motores diésel auxiliares. Esta solución tiene como objetivo reducir las emisiones contaminantes y emisiones de gases de efecto invernadero, además de emisiones acústicas. Es donde podemos incidir más en la descarbonización, ya que los buques suponen dos terceras partes de las emisiones generadas por la actividad portuaria.

— ¿En qué punto se encuentra?

La electrificación progresiva de los muelles, que permitirá la conexión eléctrica de los buques, avanza a buen paso. Nexigen se desarrollará en varias fases. La inicial es la implementación de sendos pilotos de OPS en 2024 en la terminal BEST de contenedores y en la Terminal Ferry Barcelona, lo que permitirá ver los primeros buques conectados ya el próximo año. En paralelo, la primera fase consiste en conseguir la potencia necesaria para el suministro. Esto nos ha llevado a trabajar en la obtención del permiso y conexión a la subestación de Cerdà de REE, que conseguimos en febrero. Para tener una conexión propia en alta tensión debemos construir una subestación eléctrica dentro del puerto y la línea de alta tensión asociada, que actualmente está pendiente de aprobación por el consejo de ministros. Cuando esta se produzca, licitaremos el proyecto para su construcción. Desde la subestación Port se distribuirá la electricidad a los muelles. El gran reto que se plantea el Port es que todos los proyectos avancen coordinadamente.

— ¿La energía eléctrica proporcionada será 100% de origen renovable?

Estamos trabajando en el proceso de transición energética para lograr un modelo basado en la generación de electricidad renovable en la zona portuaria, en instalaciones de la propia Autoridad Portuaria de Barcelona o en las terminales y operadores. Hemos calculado que el potencial generador de energía fotovoltaica de la zona portuaria, 1.100 hectáreas, es superior a los 100 MWp de potencia pico, un valor que podrá dar respuesta al 50% de la demanda de buques, terminales e instalaciones portuarias. En este ámbito, ya están en funcionamiento las primeras instalaciones de la comunidad energética del muelle de Pescadors, y recientemente se han puesto en marcha instalaciones fotovoltaicas en APMT, BEST, Tepsa y en el PIF, a las que seguirán otras a corto y medio plazo.

— ¿Qué papel juegan los nuevos combustibles?

La promoción de nuevos combustibles de cero emisiones de carbono para buques, vehículos pesados ​​y maquinaria de terminal se ha convertido en un eje clave para avanzar en la descarbonización. La implantación del GNL como combustible de transición se ha consolidado en el Port de Barcelona. Ejemplo de ello es la entrada en servicio del primer barco de suministro de GNL en febrero o la gasinera para automóviles y camiones.

Hace casi una década que el Port apostó por el GNL como combustible de transición por sus beneficios respecto a los tradicionales: emite entre un 15 y un 20% menos de gases de efecto invernadero, reduce en un 38% las de nitrógeno y prácticamente elimina las de azufre y partículas en suspensión. En 2023, el 20% de las escalas de cruceros en Barcelona serán de buques propulsados con GNL, lo que confirma que la apuesta del Port por incentivar el uso de este combustible ha conseguido atraer a los cruceros más modernos y respetuosos con el medio ambiente. 

La construcción de grandes infraestructuras, como será el corredor de hidrógeno H2Med entre Barcelona y Marsella, sin duda pondrá las bases para futuros desarrollos, como ha sucedido con las instalaciones de gas natural del Port de Barcelona.

“El puerto está desarrollando un proyecto para acoger instalaciones innovadoras, como una planta de biogás que aprovecharía los residuos generados por los cruceros; y se prepara para dar respuesta a la demanda de nuevos combustibles, como el hidrógeno, el metanol o el amoniaco”

— ¿Es una estrategia que cuenta con la implicación de toda la comunidad portuaria?

Sin duda. Necesitamos el apoyo activo de la comunidad portuaria para ir superando etapas y alcanzar el objetivo de reducir nuestras emisiones en un 50% antes de 2030 y ser un puerto neutro de emisiones en 2050. Las terminales BEST y Terminal Ferry Barcelona, por ejemplo, se han involucrado en el diseño, desarrollo y puesta en marcha de la pruebas piloto de electrificación de muelles que se realizarán a corto plazo. Y estamos viendo cómo diferentes terminales del puerto están realizando y poniendo en servicio instalaciones fotovoltaicas en sus tejados.

— ¿Las navieras también son conscientes de que deben ser parte del cambio?

Sí, y del mismo modo están avanzándose a los requerimientos que se realizarán al transporte marítimo en próximos años. Un ejemplo es el creciente número de buques impulsados por GNL, muchos de los cuales ya escalan en el Port, y los que están en construcción en los astilleros y se pondrán en servicio en los próximos años.

En el ámbito de las conexiones eléctricas, buena parte de las naves que llegan a Barcelona ya disponen de los sistemas OPS (Onshore Power Supply) a bordo y están preparados para conectarse cuando pongamos en marcha esta infraestructura en tierra. Un ejemplo del interés del sector por avanzar en este tema es la firma, en septiembre de 2022, de un acuerdo entre el Port y los principales operadores del sector de cruceros, tanto navieras como terminales, para crear un grupo de trabajo con el objetivo de agilizar la implantación de conexiones OPS en Barcelona.

— Un proceso muy complejo…

Lo es. La electrificación de los diferentes muelles va a ser un proceso altamente complejo que, entre otras infraestructuras, requerirá del abastecimiento de energía desde una subestación eléctrica mediante una línea de alta tensión de 220 kV, la instalación de 240 kilómetros de cable subterráneo y la construcción de 20,5 kilómetros de canalizaciones desde la subestación hasta los muelles. En muelle, los OPS son sistemas altamente complejos, puesto que deberán adaptar la corriente eléctrica a la frecuencia y tensión que cada buque necesita. Una vez realizada esta transformación, se conecta físicamente el buque a través de unos cables de grandes dimensiones. Estos cables son tan pesados que muchas veces se requiere un sistema de grúas para manejarlos. Se trata de un proyecto que actualmente alcanza los 130 millones de euros.

“Trabajamos con el objetivo de tener todos los muelles incluidos en el proyecto Nexigen, terminales de contenedores, cruceros y ferris, electrificados en 2030. Se trata de los muelles Adossat, Prat, Costa y de la dársena Sant Bertran”

— ¿Cuándo veremos los primeros buques conectados a la red?

Durante el próximo año se conectarán los primeros portacontenedores y ferris, y los primeros cruceros lo harán en 2026. Trabajamos con el objetivo de tener todos los muelles incluidos en el proyecto Nexigen, terminales de contendores, cruceros y ferris, electrificados en el 2030. Se trata de los muelles Adossat, Prat, Costa y de la dársena Sant Bertran.

— ¿Qué impacto ambiental tendrá la electrificación de muelles para la ciudad de Barcelona?

El Port está trabajando en diferentes frentes para conseguir el objetivo de reducir sus emisiones en un 55% antes de 2030 y ser un puerto neutro de emisiones en 2050. Se estima que cuando toda esta infraestructura eléctrica está a pleno funcionamiento eliminaremos las emisiones de 66.000 toneladas de CO2 y 1.234 toneladas de NOx. Nexigen es, sin duda, una pieza fundamental para alcanzar el objetivo de ser un puerto neutro en emisiones en el año 2050.

— En el camino hacia la descarbonización, ¿en qué punto se encuentra Port de Barcelona?

Como le decía, la electrificación de los muelles y la instalación y puesta en marcha de las conexiones OPS es un proceso muy complejo. Además de la subestación y la línea de alta tensión, deben ejecutarse infraestructuras altamente complejas, como el túnel de servicios que se perforará entre los muelles de la Energia y Adossat. En 2019, el Port solicitó una posición dentro de la planificación eléctrica del ministerio de Energía. En este caso, se solicita una posición dentro de la subestación Cerdà que construye REE. Desde esta subestación se pueden dar diversos consumos, entre los que puede ser de un gran consumidor, que es el caso del Port.

Mientras tanto, estamos realizando dos pruebas piloto en la terminal de contenedores BEST y en Terminal Ferry Barcelona. La primera con 7,5 MW de potencia, permitirá conectar uno o dos buques, dependiendo de su tamaño y necesidad eléctrica; y la segunda con 2MW, un buque cada vez, pero con una rotación mucho mayor, puesto que diversos ferris atracan diariamente en esta terminal.

“Barcelona es uno de los puertos que integran el grupo de trabajo sobre electrificación de muelles del World Port Climate Action Program, lo que nos da acceso a información muy importante, tanto desde el punto de vista tecnológico como normativo”

— Comparado con otros puertos de Europa, ¿estamos mejor o peor?

Algunos puertos europeos y del resto del mundo ya han implantado sistemas OPS y están conectando los buques a la red eléctrica de forma regular y con éxito. Se trata de los puertos más avanzados del mundo en los ámbitos tecnológico y ambiental, como Los Ángeles, Vancouver, Singapur, Róterdam, Hamburgo, Göteborg … El hecho de que estos puertos ya hayan implementado soluciones OPS es bueno para nosotros por dos razones. Por un lado, son un referente y un ejemplo que demuestra que la electrificación de muelles es una solución efectiva contra el cambio climático. Por otra, generan un efecto arrastre en otros puertos y en la industria marítima, que ven la necesidad de adaptarse a un cambio que ya ha llegado a los puertos más avanzados.

También trabajamos conjuntamente con puertos de nueve países de la UE en el proyecto Ealing, que aporta financiación para estudios y análisis de las infraestructuras OPS. Con este proyecto, se busca conseguir una armonización técnica y legal a nivel europeo que permita estandarizar los procesos de suministro eléctrico.

— ¿Es realmente posible descarbonizar la actividad portuaria antes de 2050?

Sin duda. En el Port de Barcelona estamos construyendo y poniendo en marcha la infraestructura necesaria para alcanzar este objetivo y vamos a seguir trabajando para dar respuesta a los retos que se planteen, como puede ser la aparición de nuevos combustibles. Estamos convencidos de que la comunidad portuaria de Barcelona y la industria marítima avanzarán coordinadamente con nosotros es todos estos proyectos.