AP Moller-Maersk, dueño de Maersk Line, el segundo mayor operador de transporte marítimo de contenedores, ha logrado un beneficio neto de 27.236 millones de euros en 2022, un 62% más que en 2021, que ya fue un año récord en la historia de la compañía.
Sin embargo, el gigante danés ha advertido este miércoles, en la presentación de sus resultados, que los menores volúmenes de contenedores y el descenso en picado de las tarifas de flete provocarán una caída de hasta cuatro veces en las ganancias esperadas para este año.
Así, Maersk, que ha elevado hasta en dos ocasiones su previsión de beneficios el año pasado, debido a una congestión portuaria que ha catapultado las tarifas de los fletes, anticipa ahora una corrección del mercado de contenedores del 2,5% en 2023.
Los precios del transporte marítimo se han desplomado desde el punto álgido alcanzado hace año y medio, a medida que se avecina la recesión y las burbujas de importación alimentadas por la pandemia se desinflan en EEUU y otros países occidentales.
“El mercado del transporte marítimo parece difícil en este momento. Las tarifas de flete se han estabilizado en un nivel más bajo que no es catastrófico para nosotros”, asegura el presidente ejecutivo de Maersk, Vincent Clerc. “A medida que entramos en un año desafiante, estamos decididos a acelerar nuestra transformación empresarial y aumentar la excelencia operativa para aprovechar las oportunidades que tenemos ante nosotros”, añade Clerc, en referencia al proceso de integración vertical emprendido por la compañía.
La facturación total del grupo ha alcanzado los 76.051 millones de euros, un 32% más que en 2021. Los ingresos de la división de transporte marítimo aumentan un 33%, hasta los 59.979 millones, mientras que el negocio de logística eleva su factura un 46%, hasta 13.454 millones de euros. Por su parte, los ingresos por terminales ascienden a 4.078 millones de euros, un 9,3% más.
