El presidente de Seopan, Julián Núñez, ha pedido dejar a un lado la política cuando se habla de la introducción de peajes en las autovías a partir de 2024. “Ese debate está superado”, ha subrayado durante su participación en el II Observatorio de la Movilidad de El Español, donde ha defendido que el pago por uso en las carreteras es una “oportunidad para modernizar la infraestructura”.
Núñez ha abogado una vez más por ese sistema y ha señalado que, tomando las decisiones correctas, cruzar España en un vehículo eléctrico dentro de unos años, incluso teniendo en cuenta los peajes, “podría ser más barato que ahora” con coches de gasolina o diésel.
No obstante, el problema es que España, pese a ser el cuarto país del mundo en autovías (con 17.200 kilómetros, solo por detrás de China, EEUU y Canadá), no ha desplegado aún los suficientes puntos de recarga eléctrica. Actualmente, Alemania tiene hasta 17 veces más capacidad que España.
Por eso, el presidente de la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de infraestructuras ha apuntado a que el objetivo para contar con la infraestructura de recarga para vehículos eléctricos debería anticiparse a 2024, en línea con el compromiso adoptado por muchos fabricantes de coches de dedicarse exclusivamente a estos vehículos a partir de ese año.
A esto se suma el dinero que se necesita para mantener las carreteras en buen estado, en torno a 2.000 millones anuales, el déficit de 7.000 millones que acumula la conservación, o la prioridad de reducir los accidentes mortales en carretera.
En cualquier caso, Núñez es partidario de que cualquier imposición de peajes debería ir acompañada de incentivos al sector del transporte, como deducciones fiscales, áreas de servicio para pernoctar o planes de ayudas a la renovación de flotas.