Las asociaciones europeas de empresas transitarias han bendecido la decisión tomada este martes por la Comisión Europea de no extender más allá de abril de 2024 el Consortia Block Exemption Regulation, el reglamento que permite a las alianzas navieras esquivar ciertas normas antimonopolio de la UE.
“Bruselas ha escuchado la voz de los transitarios y sus clientes transportistas. Durante muchos años le hemos dicho que el reglamento ya no cumplía su propósito”, ha asegurado la directora general de Clecat, Nicolette van der Jagt.
La federación europea de forwarders (Clecat) aportó pruebas de la ineficacia del Consortia tras el periodo de revisión abierto por la UE en agosto de 2022. “Descubrimos que el CBER en su forma actual ofrece un margen excesivo para cooperaciones no deseadas, mucho más allá de las necesarias para el funcionamiento de acuerdos de uso compartido de buques”, añade Van der Jagt.
Los transitarios se han opuesto durante mucho tiempo a la concesión de estas exenciones extraordinarias a las navieras y también a la renovación de la exención por categorías en su forma actual.
“Por fin la Comisión ha entendido que resultaba muy peligroso mantener situaciones de privilegio que favorecían a unos pocos frente al interés general”
ENRIC TICÓ, PRESIDENTE DE FETEIA-OLTRA
“Muchos fueron los que nos dijeron que, como mucho, podríamos a aspirar a hacer pequeñas reformas del Consortia, pero Feteia-Oltra junto con Clecat hemos trabajado muy duro para que por fin la Comisión haya entendido que resultaba muy peligroso mantener situaciones de privilegio que favorecían a unos pocos frente al interés general, a todos los actores de la cadena logística y a la ciudadanía en general”, ha señalado el presidente de la federación española de transitarias, Enric Ticó.
El fin del Consortia no significa que la cooperación entre líneas navieras pase a ser ilegal. Los acuerdos de cooperación deberán respetar las normas antimonopolio de la UE basándose en la orientación proporcionada en el reglamento de exención por categorías horizontales y el de especialización.
En Feteia recuerdan las reuniones y contactos mantenidos con las administraciones competentes, Comisión Europea, europarlamentarios, ministerio de Transportes, Competencia, Puertos del Estado y autoridades portuarias, además de otros colectivos de la cadena de suministro. “Se trata de un gran éxito de todo el sector que demuestra que trabajando unido y aportando propuestas constructivas se pueden lograr objetivos por extraordinarios que parezcan”, concluye Ticó.
Para el sector, el fin del reglamento Consortia supone que todos los integrantes de la cadena de suministro puedan operar en igualdad de condiciones, garantiza la libre competencia y fortalece el mercado de la Unión. Aunque el colectivo seguirá trabajando en otros frentes que ponen en riesgo el libre mercado del transporte marítimo de mercancías, como los cargos por demoras y detenciones, otro de los caballos de batalla en las relaciones entre transitarias y navieras.