Francia eliminará el gasóleo profesional para camiones en 2030, extenderá los peajes en las carreteras y gravará el transporte pesado con una nueva tasa ambiental. Son los principales puntos que recoge la nueva ley contra el cambio climático aprobada por la Asamblea Nacional a finales de julio, si bien la norma ha sido recurrida ante el Consejo Constitucional por un grupo de parlamentarios.
La ley prevé la desaparición del denominado Ticpe, el equivalente del gasóleo profesional en España, por lo que los camiones deberán soportar el mismo impuesto de hidrocarburos que un vehículo particular a partir de 2030. También establece una nueva tasa medioambiental si el sector no reduce sus emisiones antes de 2028, y se faculta a los gobiernos regionales a imponer un peaje a camiones por el uso de las carreteras nacionales en 2024.
Con el objetivo de duplicar la cuota del transporte de mercancías por ferrocarril, se incrementará el peso máximo autorizado de los vehículos asignados al transporte combinado ferrocarril/carretera, de 44 a 46 toneladas.
Finalmente, el texto contempla créditos blandos para la renovación de los vehículos con el fin de acelerar la ambientalización de la flota de transporte.
Preocupación entre los transportistas
El documento ha sido objeto de una intensa tramitación desde que iniciara su recorrido parlamentario en febrero, y enmendada en las dos cámaras legislativas galas, lo que ha obligado a constituir una comisión mixta formada por siete diputados y siete senadores.
Al mismo tiempo, las asociaciones de transportistas de país vecino han mostrado reiteradamente su preocupación por las incertidumbres que comporta para el futuro del transporte de mercancías por carretera.
Desde España, organizaciones como Fenadismer advierten de las consecuencias “de fuerte calado” que acarreará para la viabilidad de miles de pequeñas y medianas empresas de transporte y los 100.000 camiones españoles que se dedican al transporte internacional.
