Un estudio de Mountpark anticipa un cambio importante en los procesos logísticos de las empresas, que ya habían empezado a reevaluar sus políticas de abastecimiento y distribución mucho antes de la pandemia. A raíz de la situación sanitaria, la sexta edición de Insight by Mountpark identifica una mayor necesidad de resiliencia y flexibilidad en las cadenas de suministro.
El logístico es uno de los pocos segmentos del sector inmobiliario que ha visto aumentar la demanda de espacio a corto plazo. La contratación en toda Europa alcanzó un récord de 25,7 millones de metros cuadrados en 2020, con un aumento del 9% respecto al año anterior.
Una tendencia exacerbada por el tirón del ecommerce. Las ventas del comercio electrónico aumentaron un 30% en 2020 con respecto al año anterior. En Reino Unido, el mayor mercado europeo de ecommerce, la proporción de ventas online alcanzó el 36% en febrero de este año, un récord histórico. Y se prevé que las ventas alcancen los 510.000 millones de euros en 2023.
Apuesta por la resiliencia
Según las estimaciones de los analistas, este crecimiento supondrá la necesidad de 16,5 millones de metros cuadrados de espacio logístico adicional en Europa Occidental en los próximos tres años. Una cifra superior a los 14,1 millones de metros cuadrados, la media anual de 10 años de ocupación en toda Europa Occidental.
En este sentido, el informe concluye que el crecimiento del ecommerce generará un desarrollo logístico sustancial. Aunque con el tiempo la eficiencia mejora las tasas del uso del espacio, la sólida previsión de la venta minorista online y la competencia que se genere por activos bien ubicados impulsarán el mercado logístico.
También evidencia una apuesta de las empresas por aumentar la resiliencia de las cadenas de suministro. Muchas compañías están invirtiendo en reservas de existencias más elevadas para obtener una mayor seguridad a largo plazo. De hecho, según una encuesta a líderes empresariales, el 47% tiene previsto aumentar el inventario de productos esenciales para incrementar la resiliencia de las cadenas de suministro.
El mantenimiento de mayores niveles de existencias en el país acabará generando una mayor demanda logística. No obstante, es probable que esta se concentre en los sectores vinculados al consumo, y que también acabe repercutiendo en el crecimiento de la demanda de instalaciones de almacenamiento en frío.