La compra impulsiva de carburante en Reino Unido ante el fantasma de la escasez de combustible por la falta de transportistas que sufre el país está causando problemas serios en las estaciones de servicio. Según la Petrol Retailers Association, el hecho de que algunas compañías den prioridad a las gasolineras de las autopistas ha llegado a disparar la demanda un 500%. Por cuarto día consecutivo, este lunes se han reproducido las colas en los puntos de repostaje pese a que el secretario de Transportes del gobierno británico, Grant Shapps, ha garantizado que “hay mucho” combustible disponible.
Sin embargo, el presidente de PRA, Brian Madderson, ha criticado al ejecutivo por no reconocer que los suministros están bloqueados en refinerías o depósitos de almacenamiento, sin proveer a las estaciones de servicio. En declaraciones a BBC, Madderson ha afirmado que pese a los 5.000 visados para conductores extranjeros autorizados, es poco probable que el conflicto se resuelva a corto plazo.
“Podríamos ver los beneficios de esto más adelante en otoño cuando los conductores comiencen a trabajar, pero a muy corto plazo esta compra de pánico está causando problemas realmente serios”, sostiene Madderson. “Hay un número finito de conductores capacitados, y ese es el problema, que ese número finito de conductores se ha reducido”, afirma.
Conjunción de pandemia y Brexit
Muchos señalan que la crisis de los transportistas se debe a una combinación de la pandemia y el Brexit. La primera ha hecho que miles de conductores no hayan podido realizar las pruebas para obtener sus licencias. En segundo, con la salida de Reino Unido de la UE, muchos conductores europeos han regresado a sus países de origen o han decidido dedicarse a otras cosas.
Aunque el gobierno de Boris Johnson niega la escasez de combustible, un portavoz de Downing Street ha admitido que “obviamente reconocemos los desafíos que enfrenta la industria y estamos tomando medidas para apoyarlos”.
En este sentido, el departamento de Transportes está realizando cambios para acelerar la entrada de profesionales del transporte de mercancías, permitiendo que los conductores puedan obtener sus licencias con rapidez.
El sector estima que en Reino Unido hacen falta unos 100.000 transportistas, lo que tiene un impacto en la cadena de suministro tanto de combustibles como de productos de consumo. De hecho, existe un temor evidente a que los problemas se extiendan a los supermercados conforme se acerque la campaña de Navidad.
Para evitarlo, el gobierno británico estaría considerando la posibilidad de reclutar soldados para conducir los camiones cisterna bajo un plan de emergencia. “S puede ser de ayuda, los llamaremos”, ha asegurado Grant Shapps.