El e-commerce se ha convertido en una vía de escape para muchos comercios que, a consecuencia de las restricciones por la pandemia, no han podido operar con normalidad y muchos ciudadanos han encontrado en el canal online una forma de comprar más fácil y segura.
Esta situación ha provocado que a nivel europeo se haya registrado un incremento de casi un 27% de las compras online, y la aparición de 15 millones de nuevos eshoppers en 2020. Ante esta situación, DPDgroup, grupo del que forma parte Seur, ha realizado un análisis para conocer más a fondo el impacto que la crisis ha tenido en el comercio electrónico y los hábitos de consumo de los usuarios.
Según David Sastre, director de Clientes, “el comercio electrónico ha sido de los pocos sectores que ha crecido. Su fuerza ha sido tal que estimamos que se ha acelerado de tres a cinco años como resultado de la pandemia. Conocer cuáles son las tendencias que se han derivado de esta situación nos permite arrojar algo de luz sobre las consecuencias a largo plazo que la crisis sanitaria ha tenido sobre el sector del ecommerce”.
De marzo a diciembre del año pasado, la adquisición de alimentos y productos frescos por internet aumentó en Europa un 95%. Comer en casa con más frecuencia y las restricciones en la hostelería han multiplicado las compras de alimentos.
En lo que a otras categorías se refiere, se produjo un incremento del 61% en las compras de dispositivos electrónicos y tecnología, en contraposición a la disminución en el sector de la moda.
Entregas más sostenibles
Los métodos de entrega también se han visto afectados por la crisis. Con muchas tiendas cerradas, la entrega a domicilio ha experimentado una demanda sin precedentes, al igual que la entrega en lockers. Se han introducido innovaciones, como las entregas sin contacto, mientras que las opciones de entrega flexibles, como la capacidad de seleccionar una fecha y hora de entrega, se valoran especialmente.
Otras cuestión importante es la sostenibilidad. Si en 2019 el 70% de los e-shoppers regulares europeos consideraba que marcas y compañías tenían que ser más responsables con el medioambiente, esta exigencia se ha extendido aún más en 2020. De hecho, cada vez son más los consumidores europeos que están dispuestos a cambiar a una tienda online que ofrezca diferentes opciones de entrega sostenible.
Por otro lado, se ha producido un incremento del consumo consciente, lo que se ha traducido en un fuerte crecimiento del mercado de segunda mano y una mayor atención a la reciclabilidad del producto.