La Inspección de Trabajo está intensificando los controles sobre el cumplimiento de las medidas anticovid en las empresas transportistas. Según ha denunciado Fenadismer, la actuación de los inspectores es “desproporcionada”, algo que contrasta con la negativa a vacunar a los profesionales del transporte por carretera, un colectivo esencial durante el estado de alarma.
Algunos asociados se han quejado de la “exhaustiva” documentación exigida por los inspectores para prevenir los contagios por covid. Entre otras cosas, los funcionarios les piden que acrediten la formación e información que han recibido los trabajadores en materia de riesgos para la reproducción, embarazo, maternidad y lactancia.
Desde el inicio de la pandemia, el sector se ha quejado de la “falta de consideración” hacia el colectivo, considerado esencial, y de la ausencia casi absoluta de medidas para limitar los contagios de los profesionales, más expuestos que otros. Incluso, en el pico de la pandemia, los contagios entre conductores llegaron a superar, en algunas comunidades, a los sanitarios o las fuerzas de seguridad.
Sin embargo, desde que se inició el proceso de vacunación, las autoridades sanitarias se han mostrado ajenas a las demandas del colectivo para priorizar la vacunación entre sus profesionales, a diferencia de otros países de la Unión Europea.