Los puertos marítimos han constituido de siempre un elemento crucial en el desarrollo y progreso de los países ribereños. Esto es bien reconocido por Naciones Unidas y por la propia UE, como queda patente en infinidad de trabajos, libros blancos y verdes, declaraciones, etc., así como por otras muchas organizaciones internacionales, de una forma tan abrumadora que sólo miopes o ignorantes visiones pueden no haberlo apercibido.
Por su propia naturaleza, la comunidad portuaria es una compleja organización, compuesta por numerosos agentes públicos y privados, cuyo éxito solo se alcanza por el trabajo coordinado y eficiente de todos sus miembros. Y del éxito de esta comunidad depende crucialmente el de multitud de otras empresas que hacen uso de sus sistemas.
El éxito de la reforma portuaria de los 90, así como el excelente trabajo de gestores portuarios y empresas del sector, han puesto a los puertos españoles en posiciones competitivas de relevancia internacional, poco predecibles tan sólo unos pocos decenios antes. No fue ajeno a ello la incorporación de las nuevas tecnologías, de las que los Port Community System, implantados primero en los más importantes puertos y posteriormente en el resto, fueron un elemento clave. Ya entonces, las nuevas tecnologías contribuían a este éxito indudable.
Pero cada época tiene sus retos. Por todos los medios nos llegan ahora conceptos como digitalización, 5G, ioT, inteligencia artificial, big data, robotización… y, ya en lo personal, con esos pequeños dispositivos que llevamos todos encima realizamos trabajos hasta hace muy poco impensables.
Los puertos ya estaban teniendo un papel activo en este proceso de cambio, tanto internacionalmente, como en España. El lanzamiento en este pasado 2020 de la primera convocatoria de proyectos de la iniciativa Puertos 4.0, gestada con cuidado por Puertos del Estado, es una muestra de esta anticipación portuaria. Y la reciente estrategia digital de la UE que ahora comienza, obviamente va en esa misma línea.
Y es que los éxitos ya alcanzados por el desarrollo de los PCS se quedaban cortos antes las exigencias actuales de coordinar no solo una comunidad portuaria, sino toda la cadena de suministro global, desde el productor al consumidor, allí donde estén situados, y pasando por todos los puntos por los que las mercancías circulen (puertos pues incluidos), con información en tiempo real de las incidencias que se produzcan.
Además, el desarrollo de rápidas comunicaciones va a conllevar una masiva sensorización cuya información debemos poder aprovechar inteligentemente. Y la robotización, que ya comenzó en Rotterdam a finales del pasado siglo, y que exitosamente ya había aparecido en España antes que en países como Francia, Italia o Reino Unido, sin duda se extenderá generalizadamente.
Pero toda la coordinación global que conlleva no será sencilla de conseguir, y se está precisando de hecho de una intensa actividad de grupos de facilitadores que definan estándares y marquen procesos y plazos, realísticos con los intereses de los intervinientes y las tecnologías efectivamente disponibles, en unas condiciones en las que la sostenibilidad ambiental está jugando un papel de primer orden en todos los niveles.
“De nuevo, solo los puertos que consigan soluciones eficientes afrontarán el futuro con garantías de éxito, que no será solo el de ellos ni el de sus comunidades portuarias, sino el de las zonas, regiones y países a los que sirven”
En la Universitat Politècnica de València, conjuntamente con la empresa Inndux Digital Group y la Fundación Valenciaport, hemos considerado muy oportuno lanzar el Experto universitario en innovación y digitalización del sector logístico-portuario, como título propio de la UPV.
Buscamos con ello ofrecer una acción formativa que cubra dos visiones del conocimiento que consideramos necesarias: la profesional del sector logístico portuario, y la tecnológica, con enfoques tanto en innovación como en digitalización, pretendiendo con ello despertar y acelerar esa transformación digital que el sector necesita. Respondemos con ello a las preguntas de: ¿qué necesidades hay?, ¿de qué tecnologías disponemos?, y ¿cómo gestionar el cambio? E incorporamos para ello en el cuadro de profesores a profesionales expertos de primer nivel.
En el próximo decenio los puertos van a tener un cambio tan profundo o más que el que tuvieron cuando la revolución industrial introdujo los motores en sus recintos. De nuevo, solo los puertos que consigan soluciones eficientes afrontarán el futuro con garantías de éxito, que no será solo el de ellos ni el de sus comunidades portuarias, sino el de las zonas, regiones y países a los que ellos sirven.