Gefco ha lanzado el primer tren entre Europa y China neutro en emisiones de carbono. El convoy ha partido el pasado 15 de noviembre de Dunjaska Strada (Eslovaquia), en un viaje de tres semanas con destino final en la provincia china de Xi’an. En realidad, el tren no funciona con combustibles exentos de fósiles. El operador compensará las 250 toneladas de CO2 generadas por este servicio puerta a puerta mediante la inversión en proyectos con certificación gold standard.
Como explica Alice Defranoux, directora de transporte ferroviario de la compañía, se trata de un servicio para clientes que buscan soluciones de transporte bajas en carbono. “Este tren neutro en carbono es todo un hito para nosotros. La demanda del mercado de soluciones más respetuosas con el clima, especialmente en el transporte de larga distancia, es cada vez mayor. El ferrocarril es una muy buena manera de conseguir reducir emisiones”, señala.
En Gefco, calculan el impacto medioambiental de estas alternativas, las diseñan para minimizar el impacto ambiental y proponen soluciones de compensación para el carbono restante. Además, el tren está equipado con dispositivos IoT para garantizar en todo momento el seguimiento y la trazabilidad, el control de la temperatura y la integridad del producto durante el tránsito.
El viaje de tres semanas de la nueva ruta de la seda incluye el desplazamiento desde Eslovaquia hasta BrestMałaszewicze, en la frontera polacobielorusa, donde las mercancías se trasladan de vagones europeos a los rusos para adaptarse al ancho de vía de 1,52 metros.
A continuación, el tren viaja a través de Bielorrusia y Rusia y llegará a Alashankou-Dostyk (Kazajistán), importante eslabón en el puente terrestre euroasiático, en la frontera con Xinjiang, el puerto de entrada al gigante asiático. Las mercancías se cargarán en vagones chinos antes de su entrega final en Xi’an.