La dirección general de carreteras ha aprobado la primera norma española sobre carreteras 2+1. Se trata de la orden circular 1/2021, firmada por el director general, Javier Herrero, sobre recomendaciones para el diseño de carreteras 2+1 y carriles adicionales de adelantamiento.
La nueva norma las define como un híbrido entre autopistas/autovías, con dos calzadas separadas, y carreteras convencionales, con una calzada. Son vías que permiten una mejora de la seguridad vial y de la capacidad respecto al resto de la red viaria.
En este tipo de carreteras existiría una única plataforma donde se mantendría una separación entre sentidos de circulación y se dispondría un carril por cada sentido más otro carril adicional interior dedicado al adelantamiento, dependiendo de la demanda existente de esta maniobra.
Entre las principales ventajas que la norma enuncia, destacan las mejores condiciones de seguridad respecto a la carretera convencional; el mejor nivel de servicio, dado que se obtendrían velocidades medias de recorrido más elevadas; la reducción considerable del coste de construcción respecto a una autovía; las menores afecciones ambientales, y el hecho de que permite el adelantamiento de vehículos lentos allí donde hay más.
El documento proporciona a administraciones, proyectistas, técnicos, etc., un soporte básico para las decisiones que se deben tomar para lanzar un proyecto de este tipo.
De esta forma, España tiene una norma específica para estas carreteras que actualmente cuentan con una amplia experiencia en muchos países europeos, como Suecia, Finlandia, Alemania, Francia o Irlanda, y del resto del mundo (EEUU, Canadá o Australia).
En España, hay comunidades, como Navarra o Catalunya, que también apuestan por este tipo de vías. En el caso catalán, por ejemplo, el modelo 2+1 se ha implantado ya en la C-55 y la C-58, y la intención es extenderlo a una veintena de tramos más en los próximos años.