La comisión de Medio Ambiente (ENVI) del Parlamento Europeo ha apoyado los objetivos de reducción de emisiones de CO2 propuestos por la Comisión para camiones y autobuses, en una votación muy reñida, que se ha saldado con 48 votos a favor, 36 en contra y una abstención. Estos objetivos alcanzan el 45% para el periodo 2030-2034, el 70% entre 2035-2039 (frente al 65% propuesto por la Comisión) y el 90% a partir de 2040.
Los eurodiputados abogan por reforzar los requisitos para los vehículos pesados (HDV) y desplegar la infraestructura de recarga y repostaje necesaria, algo que se considera clave para la descarbonización del transporte por carretera. Estos objetivos incluirían los camiones medianos y pesados, y vehículos como camiones de basura, volquetes u hormigoneras, además de los autobuses urbanos, que deberían ser de cero emisiones a partir de 2030.
“Nos basamos en la propuesta de la Comisión, pero con más ambición. Queremos ampliar el alcance de las normas a los camiones pequeños y medianos y a los vehículos profesionales, sectores especialmente importantes para la calidad del aire urbano”, ha señalado el ponente de la comisión, el neerlandés Bas Eickhout, de Los Verdes/European Free Alliance. La próxima sesión plenaria de noviembre decidirá la posición final del Parlamento, que después deberá negociarse con los gobiernos de la UE.
Otras medidas propuestas incluyen el establecimiento de un foro anual sobre vehículos pesados de cero emisiones para trabajar en el despliegue “eficaz y rentable” de infraestructuras de recarga y repostaje de combustible. Para finales de 2026, la Comisión debería evaluar la posibilidad de desarrollar una metodología para informar sobre las emisiones de CO2 durante todo el ciclo de vida de los vehículos pesados nuevos.
Para la industria de la carretera se trata de un objetivo poco realista. “Establecer objetivos poco realistas de hecho obstaculizará las posibilidades de Europa de hacer realidad el Pacto Verde”, afirma el portavoz de IRU, Raluca Marian. “Si las normas finales siguen las propuestas del Consejo y de ENVI, la UE habría pasado por alto irresponsablemente medidas viables para reducir las emisiones y habría establecido objetivos fuera de alcance que los operadores de transporte probablemente dudarían en tomar en serio”, añade.
La International Road Union también lamenta que la comisión ENVI excluya los combustibles líquidos y gaseosos renovables y sintéticos, “a pesar de su potencial para lograr resultados similares”, limitando las opciones de los operadores de vehículos limpios a motores eléctricos de batería, pilas de combustible de hidrógeno y motores de combustión interna de hidrógeno.