Astic prevé en 2024 una ralentización del crecimiento del transporte de mercancías por carretera, marcado por el alza de los costes, y movimientos corporativos en el campo de las fusiones y adquisiciones con empresas de transporte, tanto en el lado comprador como en el vendedor. Según su vicepresidente ejecutivo, Ramón Valdivia, “cabe esperar que continuemos asistiendo a movimientos corporativos relevantes en el campo de las fusiones y adquisiciones entre empresas de transporte con la Región de Murcia como principal foco. Para muchos fondos de inversión se trata de un sector atractivo por el crecimiento sostenido mantenido en la última década”.
Para la patronal del transporte internacional por carretera, el año que viene se presenta “lleno de retos, cambios e incertidumbres”, marcado por un panorama macroeconómico “difícil”, con tipos de interés e inflación elevados, y por las tensiones geopolíticas y los conflictos bélicos, “donde la adaptabilidad y la gestión eficiente de recursos serán claves”.
“Vivimos tiempos convulsos que también afectan al transporte por carretera. Es complicado realizar previsiones acertadas a corto plazo. Si se cumplen las previsiones macroeconómicas de la UE, que no son demasiado optimistas, con vientos de estanflación, la demanda de transporte de mercancías también se estancará”, explica Valdivia, que es también miembro de la ejecutiva de IRU.
Como factores endógenos del propio sector, todo apunta a un agravamiento de la escasez de conductores en Europa, con un 11% de vacantes sin cubrir en 2024. Esta falta de capacidad continuará limitando la oferta de transporte en Europa, algo que, junto con los elevados incrementos de costes, previsiblemente presionarán al alza los precios del transporte.
En 2024, el sector continuará enfrentándose a costes sociales “muy elevados”, después de que el Gobierno subiera las bases máximas de cotización. Astic subraya que las empresas españolas soportan una carga social anual de 1.000 euros por conductor más que las alemanas. Además, camiones y componentes también se han encarecido, así como seguros, costes de mantenimiento y de financiación. Como aspecto positivo, los combustibles han cesado en la presión inflacionista respecto a 2022, cuando su precio llegó a incrementarse hasta un 40%, si bien siguen siendo más caros que en 2021.
Mejor en el segundo semestre
Según la Asociación del Transporte Internacional por Carretera, el transporte pesado de larga distancia crecerá “muy ligeramente”, en torno al 1,6%. Sin embargo, el transporte por carretera en conjunto espera descensos de volumen, al menos hasta la primera mitad del año.
A largo plazo, Transport Intelligence apunta a una media de crecimiento anual para el transporte de mercancías europeo del 2,3% hasta 2027. El volumen de negocio en Europa acumulará un crecimiento entre el presente ejercicio y 2027, que estará en torno al 10,5%.
A nivel mundial, el sector está inmerso en una transformación sin precedentes. Este sector debe responder a la creciente demanda de transporte (las previsiones apuntan a un incremento del 50% para 2050) con la obligación por parte de Bruselas de lograr la neutralidad de emisiones.
En España, este sector está pendiente del rumbo que tome el nuevo ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible. “Desde el Comité Nacional del Transporte por Carretera, al que pertenecemos, ya hemos solicitado una reunión con el ministro Óscar Puente para explicarle nuestras necesidades y reivindicaciones”, concluye Valdivia.