La infraestructura de descarga de combustible del puerto de Palma ha quedado afectada por el fuerte temporal de viento y lluvia que ha castigado el litoral mediterráneo el pasado fin de semana, y que ha tenido especiales consecuencias en los puertos de Baleares. En el de Palma, un crucero rompió amarras desplazándose al otro extremo de la dársena hasta impactar con un petrolero, también atracado.
El incidente se produjo sobre las 11 de la mañana del domingo, cuando el crucero Britannia, de 330 metros de eslora y atracado en la segunda alineación del muelle de Poniente, rompió amarras como consecuencia de una ráfaga de viento, quedando el buque al pairo. El viento lo ha arrastrado hasta el otro extremo de la dársena, colisionando con el petrolero Castillo de Arteaga, que se encontraba atracado en el pantalán de graneles líquidos.
Por otra parte, seis turistas de crucero resultaron heridos leves por la rotura de una cristalera en la estación marítima número 1, producida también por una racha de viento en el puerto de Palma.
“Los compañeros tuvieron una mañana muy dura, donde se registraron varios heridos, además de realizar un trabajo bajo una situación de riesgo y peligro para pasaje y cruceristas que abordaron de una manera encomiable”, ha asegurado el coordinador general de CETP, Miguel Ángel Hormigo. En concreto, Hormigo ha reconocido el trabajo realizado por los trabajadores del puerto de Palma en los momentos más críticos del temporal, “actuando con celeridad y sentido común”, asistiendo y evacuando a las personas heridas por la rotura de las cristaleras de la estación marítima, y a la hora de ayudar al desembarco seguro de los pasajeros del Britannia.
Además, en el puerto de Eivissa, agentes de la policía portuaria y de operaciones y servicios portuarios coordinaron y atendieron a los pasajeros y vehículos que tenían que embarcar en el buque Ciudad de Mahón, de la naviera Grimaldi, que quedó inoperativo tras chocar contra el muelle a mediodía a causa de una disminución de la visibilidad durante el temporal. El pasaje que tuvo que esperar durante horas para poder realizar su viaje en otro buque.
Tras la colisión, el barco ha corregido la maniobra y ha atracado en otro muelle, el del Botafoc Ibiza Marina, desembarcando a todo el pasaje y sus vehículos. Como consecuencia de la colisión, el buque ha sufrido una brecha en el casco por encima de la línea de flotación, por lo que capitanía marítima le ha impedido la navegación.
El Govern ha seguido la evolución de los trabajos de la Autoridad Portuaria de Baleares (APB) y la empresa Exolum en el puerto de Palma, con el fin de solventar los desperfectos ocasionados por el temporal, que han afectado a la infraestructura de descarga de combustible.