La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, ha pedido “calma y serenidad” ante el paro indefinido iniciado este lunes por los transportistas autónomos, tras afirmar que no está teniendo demasiada incidencia. En todo caso, Sánchez ha dejado claro que el abastecimiento de suministros está “garantizado”, asi bien ha admitido que la protesta “va a tener un impacto”.
“No llamemos a la alarma o a la confusión porque no estamos en un momento en el que se tengan que introducir más incertidumbres para la ciudadanía”
La titular de Transportes ha reprobado las afirmaciones del sector en cuanto a la posibilidad de un desabastecimiento de la población inducido por los desorbitados precios de los combustibles. “No llamemos a la alarma o a la confusión porque no estamos en un momento en el que se tengan que introducir más incertidumbres para la ciudadanía”, ha reprochado la ministra a los transportistas, que en los próximos días se reunirá con ellos para valorar la situación y tomar medidas.
La convocatoria de paro es obra de la Plataforma en defensa del transporte, una organización sin representación en el Comité Nacional del Transporte por Carretera, que reclama medidas para mejorar la situación laboral de los transportistas y frenar el incremento del precio del carburante. “No es el mejor momento para convocar movilizaciones o paros y en esto creo que podemos estar todos de acuerdo. Es un momento para plantearnos todos qué podemos hacer para salir de esa situación e intentar amortiguar los efectos de esta crisis”, ha subrayado.
Sánchez ha recordado que el ejecutivo está en permanente contacto con el departamento de Mercancías del Comité Nacional de Transporte por Carreteras, que es el interlocutor que tiene el Gobierno y el ministerio para tratar todas las cuestiones del sector.
Por ello, la ministra ha insistido en que desde el Ejecutivo se están planteando medidas que, con “carácter global”, se puedan aplicar al conjunto de la economía, ya que la subida de precios de los combustibles o de la energía está afectando a todos los sectores económicos, no solo a transportistas.
Rebaja del impuesto de hidrocarburos
En esta línea, el Gobierno se plantea una rebaja del impuesto de hidrocarburos, por el que debería recaudar este año unos 12.500 millones de euros. Por cada litro de diésel, el 43% son impuestos, que alcanzan al 48% en el caso de la gasolina. En 2019 ya se optó por rebajar este impuesto en casi 10 puntos.
Sin ir más lejos, es lo que van a hacer Francia y Alemania, una rebaja de entre 15 y 20 céntimos por litro. En el primer caso, la rebaja de 15 céntimos por litro de combustible se producirá a partir del 1 de abril y durante cuatro meses. “Es probable que esto dure. Si el estado hace un esfuerzo de 15 céntimos por litro, y petroleras y distribuidoras hacen, por ejemplo, un esfuerzo de otros cinco, son 20 céntimos los que deben acabar en el bolsillo de los franceses”, ha señalado el primer ministro, Jean Castex. En Francia, el precio del gasóleo ya está en dos euros por litro.