Los puertos españoles acusan el frenazo de la actividad económica en los tráficos de enero, con 44,2 millones de toneladas, un 5,4% menos que hace un año. Entonces, cuando la guerra en Ucrania era solo una hipótesis y el mundo se recuperaba de la pandemia, se manipularon 46,8 millones de toneladas. El descenso de los tráficos portuarios en el arranque de 2023 está afectando de manera muy desigual a los diferentes tipos de mercancías, según los datos facilitados este viernes por Puertos del Estado.
Así, los graneles sólidos, con 8,2 millones de toneladas, descienden apenas un 0,1%, mientras que los líquidos, con 14,8 millones de toneladas, caen un 2,6%, y la mercancía general, con 20,2 millones, lo hace un 9,1%.
Sin embargo, el segmento de carga que más está sufriendo el cambio de año, con el frenazo de los tráficos en los puertos, es la mercancía en contenedores, que se deja un 13,4% respecto a enero de 2022. Una cifra que contrasta con la mercancía general no contenerizada, que se incrementa un 1,8%, hasta los 6,4 millones de toneladas.
La mercancía en contenedores retrocede un 13% respecto al mes de enero de 2022, antes del estallido de la guerra de Ucrania
Aunque el año 2022 ha cerrado con un incremento del 3,5% respecto al año anterior, ya desde agosto se aprecia una ligera desaceleración en la evolución de los tráficos. Estos habían alcanzado su máximo apogeo en julio con incrementos del 7,4%, empujados por las subidas de los graneles, especialmente sólidos, pero ya con signos de descenso de la mercancía general en contenedores.
Por tipo de carga, los aumentos en carbón y coque de petróleo (112%) y soja (75%) han minimizado la caída de la carga seca. Por el contrario, los descensos del movimiento de productos químicos (7%) y de petróleo y gasoil (5%) han provocado la caída de la carga líquida. La mercancía general también se ha visto especialmente perjudicada por los descensos en productos siderúrgicos (21%), construcción (20%) y químicos (13%).
Más tráfico de pasajeros
Los datos positivos vienen de la mano del tráfico de pasajeros que, con más de dos millones, crecen un 66%, incremento mucho más acusado en cruceristas (136%), pese a la disminución del número de cruceros en un 14%. Según Puertos del Estado, este hecho indica que el sector camina hacia su máxima ocupación con la vuelta a la normalidad tras la pandemia.
Por último, el número total de buques asciende a 11.630, un incremento del 4,3%.
