Madrid ha aprobado la prórroga sobre los horarios de reparto en Madrid Central, la zona de bajas emisiones de la capital. Así, se mantienen los permisos excepcionales concedidos en 2020 a algunos vehículos sin distintivo, y los horarios de reparto previstos en función de la categoría ambiental. Esta medida tendría validez, al menos, hasta que se apruebe la modificación de la Ordenanza de Movilidad Sostenible.
El reglamento actual establece diferentes horarios de entrada a Madrid Central para los vehículos de Distribución Urbana de Mercancías (DUM), que dependen de su masa máxima autorizada o la categoría ambiental. Así, aunque los vehículos con distintivo de cero emisiones pueden acceder a la zona de bajas emisiones durante las 24 horas del día, los que cuenten con un distintivo ambiental A (sin pegatina identificativa) solo podrían hacerlo entre las siete de la mañana y las tres de la tarde, en caso de que su MMA se situara entre los 3.500 y los 18.000 kilos. Si fuera menor, ni siquiera podrían entrar.
Preguntados por las causas de la prórroga del protocolo y los plazos para aprobar la nueva Ordenanza de Movilidad Sostenible, desde el Ayuntamiento de Madrid refieren a la nota publicada por el consistorio tras la aprobación de la prórroga, donde argumentan que esta se debe “a las circunstancias provocadas por el covid”. Además, el punto 3.6 de la Ordenanza de Movilidad Sostenible vigente prevé que “con carácter excepcional, se podrá autorizar, mediante resolución del órgano municipal competente, el acceso a Madrid Central de aquellos vehículos cuya necesidad de acceso se justifique motivadamente”.
El sector, en contra de la prórroga
La prórroga de los horarios de reparto en Madrid Central no gusta al sector, que pide urgencia en este tema. Para Jorge Somoza, director general de CETM–Madrid, “era necesario que no se continuaran restringiendo los horarios de acceso a los vehículos DUM, ya que se está produciendo una concentración de actividad a primera hora de la mañana que genera una mayor densidad de tráfico, atascos y, por ende, mayor contaminación”.
Además, Somoza afirma que la concentración de los horarios de reparto también genera problemas en las zonas de carga y descarga de Madrid Central. “Se encuentran saturadas a primeras horas de la mañana. Por lo tanto, para que la actividad de reparto se haga de una manera más escalonada es preciso que los vehículos con distintivo B tengan una ventana de acceso de tarde hasta las siete, tal y como está prevista para otros vehículos”, propone.
Pero estas no son las únicas quejas del sector sobre Madrid Central. Los transportistas y repartidores piden que la nueva ordenanza incluya una ampliación del plazo para renovar las flotas, al menos, hasta 2025. La normativa vigente implica un desembolso para las empresas de unos 1.300 millones de euros en los próximos años, algo que para la patronal madrileña es “inviable” porque en su mayoría son autónomos y micropymes que también han sufrido las consecuencias de la crisis.
