EEUU da un paso más en la escalada de las sanciones comerciales contra Rusia por la invasión de Ucrania al decretar la prohibición de entrada de buques rusos en sus puertos a partir del próximo 28 de abril. El presidente del país, Joe Biden, ha firmado este jueves la orden que afecta a todos los buques de bandera rusa y a los de propiedad rusa aunque estén matriculados bajo otros registros, así como a los operados por empresas, ciudadanos o residentes permanentes en Rusia, en lo relativo a las decisiones comerciales que afecten al cómo y dónde se emplea el activo.
“Esto significa que ningún barco que navegue bajo bandera rusa o que sea propiedad u operado por una entidad rusa podrá atracar en puertos de EEUU o acceder a nuestras costas”, ha señalado Biden.
La orden excluye a los buques afiliados a Rusia utilizados en el transporte de material básico, material nuclear especial y subproductos nucleares para los que no haya ninguna fuente viable de suministro alternativo.
También se consideran una excepción aquellos que solo soliciten entrar en los puertos de EEUU por motivos de fuerza mayor, para proceder a los necesarios relevos de la tripulación, atención médica de emergencia o por cualquier otra necesidad humanitaria. El decreto autoriza al secretario de Seguridad Nacional a elaborar y promulgar las normas que considere apropiados para regular el anclaje y movimiento de los buques afiliados a Rusia.
Según estimaciones del sector, la medida puede afectar a unos 460 buques, incluida la flota de 160 petroleros propiedad de la compañía estatal Sovcomflot, controlada por la Federación Rusa. En 2021, los buques afiliados a Rusia llevaron a cabo un total de 1.800 escalas en puertos de EEUU, la mayoría petroleros.
La decisión de la Casa Blanca se produce en un momento en que la Unión Europea y otros países se están planteando recortar drásticamente, o incluso suprimir, el suministro de crudo procedente de Rusia.