A partir del próximo mes de mayo, CMA CGM ofrecerá a sus clientes la opción de mover sus envíos con biometano. La compañía ha respaldado la producción de 12.000 toneladas de este combustible alternativo, un gas verde renovable generado en parte por la metanización de residuos orgánicos y vegetales de origen europeo. El servicio ACT with CMA CGM+ permite a sus clientes analizar, reducir y compensar la huella ambiental del transporte de mercancías.
Esta cantidad equivale al consumo de combustible de dos buques que operan en la línea Balt3 del norte de Europa entre San Petersburgo y Rotterdam durante todo un año. El biometano es una energía que permite una reducción de emisiones de al menos el 67%.
Para la naviera francesa, este combustible no fósil representa “un buen ejemplo de cómo la economía circular puede funcionar beneficiando al sector agrícola”. CMA CGM tiene la intención de seguir adelante con el desarrollo de biometano con nuevas inversiones en instalaciones de producción y estudios de viabilidad para que el biometano se pueda utilizar como combustible en el transporte.
El grupo galo apuesta también por el gas natural licuado. “El GNL es la solución óptima ya disponible para reducir la huella de carbono del transporte y preservar la calidad del aire”, explica la compañía, que para 2022 dispondrá de un total de 32 de los buques propulsados por GNL.
En 2020, CMA CGM rebajó sus emisiones totales de CO2 en un 4%, tras una reducción del 6% en el año anterior. Desde 2008, sus emisiones de efecto invernadero han caído un 49% medidas en términos de contenedor por kilómetro.