El puerto de Castellón cierra 2020 con 18,5 millones de toneladas de mercancías movidas, un 10,5% menos que el año anterior. Este descenso se ajusta a las previsiones de cierre de la autoridad portuaria derivadas de la pandemia. A pesar de estas cifras, PortCastelló se mantiene como el noveno puerto en tráfico de mercancías, dado que el resto de puertos también han sufrido caídas por la pandemia.
Por la forma de presentación de las mercancías, los graneles sólidos son los que menos sufren el impacto del covid, con un descenso del 5,2% respecto a 2020, con 6,7 millones de toneladas. Este dato sitúa al enclave como el segundo del sistema portuario español en este tipo de tráficos, gracias principalmente a la cerámica, “un sector que ha mostrado su resiliencia en momentos tan difíciles”, tal y como ha asegurado su presidente. Rafa Simó ha agradecido el esfuerzo y la implicación de la comunidad portuaria en un año “difícil y complicado, pero que nos ha permitido poner en valor el importante papel que juegan los puertos como eslabón fundamental de la cadena logística”.
Los graneles líquidos suman 9,8 millones de toneladas, lo que representa un 7,4% menos que el año anterior. Estos tráficos se han visto lastrados por la caída de petróleo crudo y gasolinas, aunque el fueloil se ha incrementado. El tráfico que más se resiente es el de mercancía general, con un descenso del 34%, cerrando el año con 1,97 millones de toneladas.
A pesar de ello, Castellón se mantiene en el top 10 de los principales tráficos. Es segundo en sólidos, séptimo en líquidos, octavo en contenedores y décimo en pesca. Según la autoridad portuaria, este cierre confirma la diversificación de tráficos del recinto levantino, dado que los graneles líquidos representan el 53% del total y los sólidos, el 36%.
Petróleo crudo, feldespato, arcillas, fuelóleo, gasolinas, azulejos y baldosas, gasóleo y biodiesel son las mercancías más importantes, mientras que los principales clientes son Turquía, Rusia, Nigeria, Ucrania, Canadá, Italia y Argelia.