Bélgica ha recurrido ante la justicia europea el Mobility Package, sumándose así a la ofensiva judicial de los países del Este contra la nueva normativa que regula el transporte por carretera en la UE. En su caso, lo hace por la limitación al cabotaje, que impide realizar este tipo de servicios hasta transcurridos cuatro días desde el último.
Aunque la norma mantiene el límite de tres operaciones de cabotaje en siete días, introduce una novedad, el llamado periodo de enfriamiento de cuatro días antes de poder operar más servicios de cabotaje. Este es el punto que cuestiona ahora el gobierno belga, dentro del paquete de movilidad acordado por la mayoría de países de la Unión tras años de discusiones.
Las reclamaciones planteadas por los países del Este es bien distinta. Estos apuntan a la norma que obliga a las operadoras de transporte a demostrar que tienen actividad en el país de donde proceden. En concreto, el Mobility Package impone la obligatoriedad de que el camión retorne al país de origen al menos una vez cada ocho semanas. Además, las empresas tienen que acreditar actividad en el país y organizar sus horarios de tal manera que los conductores puedan regresar a sus hogares a intervalos regulares (cada tres o cuatro semanas).
Esta medida, como recuerdan desde Fenadismer, es una de las más cuestionadas por los países del Este, ya que impedirán que las flotas de transporte matriculadas en estos países, trabajen de forma permanente en otros Estados miembros. Hasta seis países (Polonia, Rumanía, Bulgaria, Lituania, Hungría y Malta) han recurrido este y otros puntos ante el Tribunal de Justicia de la UE, como la directiva que impone el salario mínimo del país para los conductores extranjeros desplazados.
La nueva regulación excluye expresamente a los transportes internacionales bilaterales, que es el formato de operación más frecuente en las empresas españolas. Esto es, las operaciones en las que el país de origen o destino es el del vehículo matriculado.