Baleària ha vuelto a utilizar gas natural como combustible en sus diez buques equipados con motores duales. En las últimas semanas, la naviera asegura haber aumentado “al cien por cien” el consumo de gas natural, lo que espera que se traduzca en una reducción de 80.000 toneladas de CO2 emitidas a la atmósfera entre el 1 de junio y final de año.
En octubre de 2021, para evitar perder competitividad, la compañía reservó este combustible de menores emisiones solo para las entradas, aproximaciones y estancias en puerto, debido a los elevados costes del suministro de GNL.
A pesar de la reducción temporal del uso de gas, Baleària ha mantenido su apuesta por el gas natural, combustible que permite reducir hasta un 30% las emisiones de CO2, incorporando otros dos buques más a gas. En 2022 finalizó el retrofit del Hedy Lamarr, y esta primavera ha fletado el Rusadir, un cruise ferri dotado de un sistema de propulsión eléctrica alimentado por motores duales a gas natural.
También está construyendo el fast ferri Margarita Salas, una segunda unidad mejorada del Eleanor Roosevelt. En total, son 11 buques con motores duales, lo que les permite emplear distintos combustibles, incluido el gas natural, considerado de transición por ser el más limpio y maduro que existe actualmente para el transporte marítimo.
Además, estos buques están preparados para consumir un 100% de biometano o metano sintético, así como mezclas de hidrógeno verde de hasta el 25%, aunque estas energías renovables neutras en emisiones de CO2 son “inviables de momento por costes y disponibilidad”, asegura la empresa.
Segundo fast ferri de pasaje y carga
Los astilleros Armon de Gijón han construido ya un 90% de la estructura de aluminio del Margarita Salas, su segundo fast ferri de pasaje y carga con motores duales. El buque podrá ser botado en otoño y entrar en funcionamiento la próxima primavera en la ruta Barcelona-Ciutadella-Alcúdia.
Las características serán las mismas que su gemelo Eleanor Roosevelt, es decir, 123 metros de eslora, 28 de manga y capacidad para transportar 1.200 pasajeros y 400 vehículos. Dispondrá de una segunda cubierta con un salón de butacas en proa y doblará la superficie de la terraza de popa. Y contará con un 10% más de potencia respecto a su homólogo. Su construcción está financiada en parte con fondos Next Generation de la UE.