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miércoles, octubre 23, 2024

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La automatización de las terminales no siempre comporta un mayor rendimiento

La automatización no es una solución mágica para incrementar la eficiencia de las operaciones portuarias, en especial para las infraestructuras que presentan mayores fluctuaciones de la actividad relacionadas con los megabuques.

Según el informe Container Port Automation: Impacts and Implications, de la International Transport Forum (ITF), muy pocos puertos de contenedores han introducido una amplia automatización, “probablemente porque hay pocas pruebas de que la automatización aumente la productividad o reduzca los costes de manipulación en los puertos sujetos a una carga de trabajo fluctuante”. En circunstancias específicas, como las grandes terminales con flujos de contenedores muy cautivos y regulares, la automatización sí puede ser una medida rentable.

También puede serlo cuando hay escasez de mano de obra, sostienen sus autores. La consolidación del transporte marítimo de contenedores y la intensa cooperación entre las compañía a través de alianzas y consorcios han aumentado el poder de negociación que tienen las navieras sobre los puertos.

Esta fuerza de negociación ha hecho que los flujos de contenedores hacia la mayoría de los puertos sean menos cautivos, “y las terminales tengan menos probabilidades de beneficiarse de la automatización”. Por otro lado, la automatización suele provocar conflictos sociales, especialmente cuando hay poco diálogo entre las empresas y los trabajadores, o cuando los costes y beneficios “no se explican con claridad”.

Flexibilidad en los acuerdos laborales

Así, el estudio recomienda, en primer lugar, centrarse más en los acuerdos laborales flexibles. El entorno actual del transporte de contenedores requiere más flexibilidad para hacer frente a los picos y valles relacionados con los megabuques y la mayor volatilidad de los flujos. “Las terminales automatizadas no están especialmente preparadas para hacer frente a estos requisitos, la mano de obra portuaria sí”, apunta el documento.

Esta flexibilidad de la mano de obra permite variar los inputs operativos en función de los volúmenes de contenedores que se manejen en un momento dado. Los gobiernos deberían considerar la mejor manera de facilitar estos acuerdos de mano de obra portuaria flexible.

En segundo lugar, identificar mejor los costes y beneficios de los proyectos de automatización portuaria. Es crucial que no solo los operadores sino todas las partes interesadas, incluidos sindicatos y gobiernos, tengan acceso a las estimaciones de costes y beneficios. De esta manera, “se facilitará un debate informado y mejorará el consenso”. Las evaluaciones de los proyectos de automatización portuaria deben hacerse públicas, “de manera que ayude a los responsables políticos a identificar en qué condiciones pueden ser más eficaces”, señala el estudio de ITF.

En tercer lugar, estimular la cooperación entre empresarios y trabajadores. La cooperación implica un diálogo social entre empresarios, trabajadores y gobierno, que pueda facilitar los debates sobre la estiba portuaria. Además de la propia automatización, este debería abordar tanto la evolución de la automatización como la consolidación de la industria y los megabuques. La cooperación entre empresarios y trabajadores ha sido “especialmente eficaz” en proyectos en los que se comparten las ganancias de productividad con la fuerza laboral.

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