Astic ha enviado una carta a la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, en la que le reclaman medidas “urgentes y eficaces” para paliar la “gravísima” situación que atraviesan las empresas de transporte por carretera con vehículos propulsados por gas natural (GNC o GNL). En el último mes, su precio se ha duplicado, algo que, de no solucionarse, podría provocar el cierre de muchas empresas.
En la última década, las empresas transportistas han realizado costosas inversiones para transformar su parque rodante sustituyendo el gasoil por el gas natural. Una tendencia al alza que ha dado lugar a que actualmente más de dos tercios de las matriculaciones de este tipo de vehículos corran a cargo de empresas asociadas a Astic.
“Reclamamos al Gobierno medidas que impidan que quienes de forma más decidida han apostado por disminuir su impacto ambiental vean ahora frustrada su viabilidad por esta causa”, señala Ramón Valdivia, vicepresidente ejecutivo.
Actualmente hay entre 12.000 y 15.000 camiones movidos por gas natural en España, compañías que representan la vanguardia de la transición energética en el sector del transporte por carretera, donde el más del 90% de los vehículos utilizan diésel.
En las negociaciones entre el Mitma y el Comité Nacional del Transporte por Carretera para desconvocar el paro patronal de diciembre, se acordó hacer obligatoria la aplicación de la cláusula de revisión del precio del transporte en función de la evolución del gasoil.
Índice de precios del gas
En estas reuniones, Astic solicitó que se aplicase esta fórmula a otras energías, como el gas natural o la electricidad. Una propuesta que el ministerio de Transportes aceptó estudiar, aunque no podrán aplicarla en la nueva ley que están preparando por no disponer de un indicador estatal que mida la evolución de la energía distinta al gasoil. La web del Mitma publica cada mes un índice de variación de los precios medios del gasóleo en España, que es aceptado como referencia para la aplicación de la fórmula de revisión.
“Si se consigue establecer un índice de variación de precios del gas natural que sirva como referencia a nivel nacional puede que aún estemos a tiempo de que la normativa que se está redactando incluya este combustible en la revisión de precios del transporte, ya que es precisamente esta energía la única alternativa viable en el proceso de transición hacia la descarbonización que puede ser, hoy por hoy, utilizada en el sector del transporte pesado por carretera de media y larga distancia”, indica Valdivia.
Con el precio del gas natural en enero por encima d los dos euros por kilo, el sobrecoste mensual de cada camión GNL en relación al diésel ronda los 3.000 euros. “Es comprensible que la única alternativa sea que este tipo de camiones dejen de funcionar y sus conductores sean incluidos en posibles ERTE. Para flotas en las que este combustible suponga un gran porcentaje del parque total, en poco tiempo la pérdida de actividad y clientes supondrá el cierre definitivo”, asegura Valdivia.
