Las principales asociaciones catalanas de transportistas han acordado un calendario de movilizaciones contra la Zona de Bajas Emisiones de Barcelona, con el fin de exigir a las administraciones locales que se sienten a negociar una solución “viable y realista”. El plazo para adaptarse a la normativa de la ZBE acaba el próximo 30 de junio para el transporte pesado, a pesar de las circunstancias derivadas de la pandemia, que han provocado que muchas empresas y autónomos no hayan podido reconvertir sus flotas a tiempo.
Para el presidente del Gremi del Transport i la Logística, Antonio Martínez, “poniendo por delante que compartimos el objetivo de reducir la contaminación, las administraciones también tienen que entender la dinámica de nuestra actividad, escuchar la afectación imprevista de la pandemia en autónomos y pymes, y ajustar los tiempos para acompañar de la manera menos traumática posible la transformación del sector”.
Como explica Fenadismer, federación en la que se integran AGTC, Astac Condal y Gremi del Transport, esta medida siempre ha contado con el rechazo de los transportistas. La consideran “inasumible y poco realista”, ya que de aplicarse supondrá en la práctica la expulsión del sector de más de la mitad de la flota que actualmente opera en Barcelona.
Los ayuntamientos de Barcelona y de otros municipios del entorno metropolitano aprobaron la ZBE a finales de 2019 , antes de declararse la pandemia, con el objetivo de reducir la contaminación ambiental en las áreas urbanas.
La fecha clave, el 30 de junio
La ZBE presenta una extensión de más de 95 kilómetros cuadrados y engloba a todo el término municipal de Barcelona (excepto la Zona Franca industrial y Vallvidrera, el Tibidabo y Les Planes), los municipios de Sant Adrià de Besòs y L’Hospitalet de Llobregat, y parte de Esplugues de Llobregat y Cornellà de Llobregat.
Su puesta en marcha ha supuesto la retirada de la circulación de los vehículos particulares más contaminantes, aplicándose de forma progresiva a las diferentes categorías.
Por lo que se refiere a los vehículos de transporte de mercancías, el próximo 30 de junio finaliza el plazo de adaptación y, en consecuencia, los que no dispongan de la etiqueta ambiental de la dirección general de Tráfico no podrán circular por este ámbito.
Desde el pasado 1 de abril, la exclusión ya afecta a las furgonetas que se dedican a la distribución urbana de mercancías.
Según la memoria de impacto económico que acompaña a la normativa de la ZBE, el 56% de los vehículos ligeros y el 59% de los pesados censados en Barcelona dedicados al transporte de mercancías no disponen de la etiqueta medioambiental requerida para circular en este espacio.
