Maersk se decanta por Marruecos en detrimento de España. La decisión de la segunda naviera del mundo de concentrar el grueso de sus tráficos en Tanger Med, la aleja del puerto de València y del pago de los derechos de emisión europeos (ETS), el nuevo modelo que obliga a las compañías que desembarcan mercancías en Europa a pagar en función de sus emisiones de CO2.
El gigante danés mantiene tres frecuencias semanales entre Tanger Med y Algeciras, si bien, para el holding con sede en Copenhague, el país norteafricano “se está volviendo cada vez más popular como lugar de abastecimiento”. De aquí que el transporte en camión desde Marruecos a España haya experimentado un crecimiento de dos dígitos, mientras las autoridades españolas han decidido apostar con fuerza por la autopista ferroviaria entre Algeciras y Zaragoza, que estará operativa previsiblemente en 2025.
La nueva solución Marruecos Bridge es un servicio multimodal que conecta Marruecos con España y el resto de Europa, mediante la combinación de ferrocarril y camión, con una conexión marítima desde Tánger a Algeciras tres veces por semana, reforzada con otras soluciones multimodales en el continente.
“Marruecos va camino de convertirse en un centro estratégico del norte de África”, afirma la naviera danesa, la segunda compañía naviera más importante del mundo, tras MSC.
En este sentido, lo que pide la comunidad portuaria valenciana, expresada recientemente por boca de Alfredo Soler, presidente de Propeller Valencia, es igualdad de costes y legislaciones para todos los puertos del Mediterráneo. En definitiva, es lo mismo que argumentan los agricultores y en lo que va a insistir también la industria cerámica en su campaña de promoción para diferenciar los azulejos fabricados en Castelló, bajo el paraguas ambiental de la legislación europea, de aquellos que la incumplen.
