Con una experiencia de más de 30 años en el sector del transporte, siempre ligado a la intermodalidad, Juan Carlos Arocas, director de TransItalia en la península Ibérica, llegó a tener su propia empresa antes de entrar en la operadora italiana especializada en el transporte de mercancías entre España e Italia. Hace más de 25 años apostó por la intermodalidad junto con Grimaldi, creando las autopistas del mar entre ambos países con ferris que cargan los camiones que llegan por carretera. Hoy TransItalia realiza 60.000 embarques con ocho o nueve líneas diarias, y junto a Tramesa impulsa la primera autopista ferroviaria en España.
— ¿Cómo se ha gestado la primera autopista marítimo-ferroviaria entre el puerto de València y Madrid?
Igual que fuimos pioneros en subir los camiones al buque y sacarlos de la carretera en las autopistas del mar, hemos querido hacer lo mismo con las autopistas ferroviarias. Los camiones llegaban al puerto de València e iban a Madrid por carretera, y hemos creado un tren exclusivamente para camiones. Esto que viene haciéndose en Europa hace años, en España es más complicado, principalmente por tener un ancho de vía distinto y que los vagones adecuados en Europa aquí no valen. En TransItalia llevamos cuatro años trabajando con Tramesa, nuestro partner, con Jesús Calvo, junto al que hemos desarrollado este proyecto. Hemos tenido que crear vagones específicos para el ancho de vía español y preparados para los camiones y hemos tenido que impulsar la construcción de un pórtico en el puerto de València para cargar los camiones, entre otras cosas.
— Eso es en el muelle Este junto al silo de Grimaldi, ¿cómo va a funcionar?
Sí. La idea es enlazar la autopista del mar con la ferroviaria y poder trasladar un camión desde Madrid hasta Roma con un transporte sostenible, ecológico, que, en definitiva, es nuestra filosofía. A la puerta del silo de Grimaldi están las vías. Allí el Port ha empezado ya una obra importante con la terminal ferroviaria, que supone una inversión de casi tres millones de euros. Nosotros vamos a poner un pórtico para poder operar y así, conforme llegan los remolques del buque van al tren en un transporte ferroportuario limpio y más competitivo, porque viaja la mercancía, pero no los conductores. Al subir solo los remolques sin la cabeza tractora caben más en los barcos y los trenes.
“En la compra a Lecitrailer de 150 remolques polivalentes P400 hemos invertido casi cinco millones de euros. Y tenemos pensada una segunda fase de otros 100 remolques para principios de 2024”
— ¿Cuánto han invertido en esta iniciativa?
La inversión es privada y pública, porque el puerto ha realizado la inversión en la terminal. Nosotros hemos tenido que fabricar los vagones con el ancho de vía europeo. Tramesa ha comprado los vagones y el pórtico, la grúa, para poder hacer la carga y TransItalia ha comprado los remolques P400, específicos para transporte multimodal en tren y buque. El pórtico supone una inversión en torno a un millón y medio de euros. Está construyéndose ahora en Grualia de Murcia y la idea es instalarlo en diciembre en la terminal de València.
Sobre la compra de los vagones de Tramesa prefiero no dar una cifra. Nosotros en la compra a Lecitrailer de 150 remolques polivalentes P400 hemos invertido cerca de cinco millones de euros. Y tenemos pensada una segunda fase de otros 100 remolques para principios del 2024. El total de nuestra flota es de 2.500 remolques P400, con estos últimos 150.
— ¿Qué frecuencia diaria o semanal calcula que pueden tener?
La idea inicial es hacer unos 200 viajes al año, llegando probablemente a 250. Para hacerse una idea, si hacemos 200 viajes anuales hablamos de quitar 16.000 camiones en la carretera y ponerlos en el tren València-Madrid-València en rotación. Y si llegamos a los 250 viajes anuales quitaríamos unos 20.000 camiones de la carretera. Evidentemente, es una cifra importante.
— ¿Quién prestará la tracción? ¿Renfe?
No. Está todavía por definir. Será una locomotora eléctrica, por ser un transporte green, sostenible y con reducción de CO2, pero no sabemos aún cuál. Hay varias candidaturas, varias empresas interesadas y estamos en el proceso de selección. Han presentado las ofertas y los modos de trabajo y lo está gestionando el operador ferroviario.
— ¿Hay otros proyectos de autopistas ferroviarias en España?
Sí. Evidentemente, el primero es el València-Madrid, una distancia corta en la que no buscamos tanto un objetivo de la rentabilidad económica como conseguir un transporte sostenible, green, alineado a lo que marca la Comunidad Europea. Nuestra idea es realizar cuatro o cinco líneas distintas desde el puerto de València, usando la ferrovía que llega al puerto para enviar los camiones a distintos puntos estratégicos de la Península.
“LOS TIEMPOS CON EL FERROCARRIL SON LENTOS, HAY PROBLEMAS DE INFRAESTRUCTURAS, DE GÁLIBOS, CAMIONES DE CUATRO METROS DE ALTO HAY QUE METERLOS EN UN TÚNEL ENCIMA DE UNA PLATAFORMA…”
— ¿Como Portugal?
Portugal es interesante porque la distancia ya es más grande y permite enlazar con otros países, enviar mercancía de Lisboa a Roma sin hacer kilómetros por carretera y por otra vía distinta a la de València-Madrid. Y ya veremos otros proyectos porque los tiempos con el ferrocarril son lentos, hay problemas de infraestructuras, de gálibos, camiones de cuatro metros de alto que hay que meter en un túnel sobre una plataforma… Se habla del Algeciras-Zaragoza, pero va a tardar cinco o seis años porque hay que hacer una obra importante. La idea es buena, pero luego las infraestructuras tienen sus problemas porque nunca se ha hecho, siempre se ha pensado en un vagón estándar o un contenedor, más bajos que un camión encima de una plataforma.
— ¿Con qué socios harían esas inversiones?
Siempre con Tramesa. Tramesa y TransItalia hemos llegado a un acuerdo de partners para desarrollar conjuntamente las autopistas ferroviarias de España.
— ¿Qué ventajas medioambientales aporta el sistema?
Tenemos el transporte green en nuestros genes. Combinando el transporte marítimo y el ferroviario llegamos a reducir un 70% las emisiones en comparación con la carretera. En un Roma-Madrid, hay unos 2.100 kilómetros por carretera que suponen unos 1.900 kilos de CO2. Con este sistema multimodal y autopista ferroviaria lo reduciríamos a 620 kilos, 1.300 menos, un 70%. Crear ese nodo de autopistas del mar y ferroviarias está alineado con lo que quiere la Comunidad Europea.
— ¿Hay interés real en Europa por subir los camiones al tren?
Evidentemente. En Europa ya hace tiempo que se hace. Nosotros lo estamos haciendo entre Italia y Alemania diariamente con un departamento dedicado a esto y cifras importantes. Aquí es una asignatura pendiente por la incompatibilidad de los camiones. Nadie quería hacer esa inversión porque se limita a España.
— ¿Cuentan con ayudas públicas?
La Autoridad Portuaria de València ya ha hecho inversiones, Adif ha participado en este proceso y hemos creado una mesa de trabajo para desarrollar todos los procesos, estudios, homologaciones, ver viabilidades, etcétera y en la compra de camiones hay unas subvenciones de la Unión Europea.