La coyuntura económica global sigue pasando factura a los puertos estatales. En lo que va de año, Port de Barcelona ha gestionado 38 millones de toneladas de mercancías, frente a los 42,7 millones del mismo periodo de 2022, un 11% menos. En el balance de tráficos dados a conocer este viernes por la autoridad portuaria que preside Lluís Salvadó, destaca el movimiento de vehículos nuevos en régimen de mercancía, que crece un 67% con 482.904 unidades. También sobresale la carga seca, con tres millones de toneladas y un 15,9% de incremento respecto a los primeros siete meses del año pasado.
El comportamiento que está teniendo el tráfico de mercancías en Port de Barcelona, como en otros puertos del entorno, no es ajeno a las dificultades que atraviesa el comercio mundial por la coyuntura geopolítica, como la guerra de Ucrania, una inflación elevada, el endurecimiento de las políticas monetarias y la incertidumbre de los mercados financieros, con las grandes economías experimentando desaceleraciones del crecimiento.
En este escenario, el tráfico de contenedores del recinto barcelonés ha logrado entre enero y julio de este año 1,89 millones de teus, lo que supone un descenso en línea con el del tráfico total, del 10,6% respecto al mismo periodo de 2022. En este apartado destaca el crecimiento del cabotaje, con un incremento del 21% de los contenedores llenos (70.817 teus), fruto de la mejor situación de la economía española respecto a la del resto de las grandes economías de la UE.
En relación con los graneles, en el grupo de los líquidos el movimiento se sitúa en 7,7 millones de toneladas, una caída que es ya del 18,7% por el descenso de los tráficos de hidrocarburos y las importaciones de GNL. En el caso del gas, el retroceso se debe a que los tanques están muy llenos y a la baja demanda existente. En cuanto a los sólidos a granel, el crecimiento del 15,9% se debe al buen comportamiento de las exportaciones de cemento y de sal, y las importaciones de cereales y harinas.
En cuanto al pasaje, el puerto de Barcelona ha registrado hasta julio un movimiento de 2,75 millones de personas, un 51% más respecto a 2022. En el caso de los ferris, han pasado por el Port más de 917.000 pasajeros, mientras que el número de cruceristas asciende a 1,8 millones.
