Maersk ha advertido este viernes de una caída más pronunciada en la demanda mundial de transporte marítimo de contenedores este año, impulsada por la reducción de los inventarios de las empresas y el enfriamiento de la economía mundial. La naviera danesa, que cuenta con una participación de mercado de alrededor del 17%, espera que los volúmenes de contenedores caigan hasta un 4% en 2023. A principios de año, había pronosticado una caída de no más del 2,5%.
El conglomerado danés, dueño de Maersk Line, ha informado de un beneficio neto atribuido de 3.416 millones de euros en los seis primeros meses del año, un 75% menos que hace un año, cuando ganó más de 14.000 millones. Tras informar de sus resultados económicos de la ¡primera mitad del año, la empresa anticipa que la corrección del mercado por el ajuste de inventarios llevará más tiempo y se prolongará hasta finales de año.
Los ingresos de la compañía en el segundo trimestre ascienden a 11.800 millones de euros, frente a 19.000 millones del Q2 de 2022, con una rentabilidad muy inferior a la de hace un año, en plena congestión de la cadena de suministro tras la pandemia.
La empresa registró ganancias récord el año pasado debido a las elevadas tarifas de flete causadas por la recuperación de la demanda de los consumidores y las disrupciones en los puertos asiáticos. Sin embargo, las tarifas de flete se han desplomado este año en paralelo a la desaceleración económica mundial y al fin de la congestión. El nuevo contexto del transporte marítimo ha provocado que de los 15.900 millones de euros facturados en el segundo trimestre de 2022 se haya pasado a los 7.950 millones del trimestre pasado, un descenso del 50%.
Así, los beneficios brutos del gigante logístico danés han caído hasta los 2.600 millones de euros, frente a los 9.400 millones conseguidos durante el trimestre de oro de 2022.
Para su director general, Vincent Clerc, “el resultado del segundo trimestre ha contribuido a un sólido primer semestre, en el que respondimos a los bruscos cambios en las condiciones del mercado por la reducción de existencias y el entorno de crecimiento moderado tras la pandemia. Nuestras medidas de contención de costes, junto con nuestra cartera de contratos, amortiguaron algunos de los efectos de esta normalización del mercado. La atención a los costes seguirá desempeñando un papel central mientras seguimos invirtiendo y ofreciendo soluciones logísticas integradas a nuestros clientes, y ampliando la resistencia de la cadena de suministro para los tiempos inciertos que se avecinan”.
La división de logística y servicios también se ha visto afectada por los menores volúmenes movidos por la continua reducción de existencias y la menor demanda del mercado, así como a las bajas tarifas. Al igual que en marítimo, se espera que la demanda siga siendo moderada en el segundo semestre. Finalmente, los ingresos por la actividad en las terminales se han reducido en unos 160 millones de dólares, influidos por la normalización de los ingresos de almacenamiento, los menores volúmenes y la menor congestión en Norteamérica.
