La ralentización del comercio por la incertidumbre global se está dejando notar en los tráficos de mercancías de los puertos españoles. La atonía de las principales economías del planeta ha provocado que las navieras que utilizan la península Ibérica como plataforma logística para remitir sus mercancías a terceros países, reduzcan sus operaciones hasta provocar la caída de casi un 4% de mercancías en tránsito, cerca de dos millones de toneladas.
Como viene sucediendo en los últimos meses, el contenedor retrocede un 8,6% por la caída del transbordo, que ha repercutido de manera ostensible en este tipo de tráfico.
Según los datos reportados este martes por Puertos del Estado, el tráfico de mercancías de los 46 puertos de interés general se eleva a 181,5 millones de toneladas en el primer cuatrimestre, un descenso del 2,1% respecto a 2022.
No obstante el descenso del tráfico total, tanto la carga seca, con 31,3 millones de toneladas, como la líquida, con 60,2 millones de toneladas, experimentan incrementos del 3,5% y 0,3%, respectivamente.
En el caso de la primera, el alza se debe al repunte del movimiento de carbón, que crece un 42% hasta superar los 7,8 millones de toneladas, y los cereales y harinas (27%), con 6,3 millones de toneladas. Por su parte, en graneles líquidos crece el tráfico de gasoil un 16% hasta los 7,2 millones de toneladas.
En mercancía general, a excepción del contenedor, el formato convencional sigue creciendo (3%) hasta situarse en 85,3 millones de toneladas. Por otro lado, vuelve a destacar el incremento del tráfico de vehículos en régimen de mercancía, hasta un 39%, por encima del millón de unidades.
El movimiento de pasajeros en las terminales españolas continúa con su tendencia al alza, tanto en línea regular (33%) como cruceros (96%). La cifra total se sitúa en algo más de nueve millones hasta abril, un 47% más respecto al mismo periodo del año anterior.
Finalmente, el número de buques crece un 7% en el acumulado del año, con 47.272 unidades y 797 millones de GTs.
