Los tráficos de Port Tarragona con Ucrania representan menos del 4% del total, unas 850.000 toneladas en 2021, principalmente importaciones de cereales, harinas, piensos y forrajes (805.000 toneladas). También se importa asfalto y otros productos petrolíferos (unas 23.000 toneladas) y productos siderúrgicos, entre otros.
En cambio, los intercambios con Rusia triplican esta cifra alcanzando el 11,6% del total del movimiento de mercancías del puerto de Tarragona en 2021, con un total de 2,8 millones de toneladas. La mayoría son importaciones de crudo (1,1 millones de toneladas), fueloil (unas 700.000 toneladas) y carbón y coque de petróleo (550.000 toneladas). El carbón procedente de Rusia se reexporta a Cerdeña (Italia).
Respecto al crudo, Tarragona importa unos nueve millones de toneladas de crudo de petróleo al año, de los que solo el 10% procede de Rusia. El presidente de la autoridad portuaria, Josep Maria Cruset, no se muestra especialmente preocupado por el posible impacto en los tráficos con Rusia, en caso de que la UE decida aplicar restricciones en las relaciones comerciales con este país tras la invasión de Ucrania. “El sector estaba preparado para esta circunstancia y podrá importar el crudo de petróleo desde otros países exportadores”, asegura.
Cereal ucraniano en invierno
La importación de cereales de Ucrania se concentra principalmente en diciembre, enero y febrero, por lo que el impacto será prácticamente nulo en un horizonte de 12 meses. Cruset señala que “las importaciones de cereales desde Ucrania son similares a la de países de América del Sur, como Brasil y Argentina, que llegado el momento probablemente se convertirán en mercados alternativos, así como EEUU o Francia”.
Los cereales que entran por el enclave tarraconense alcanzan el mercado de Catalunya (Lleida) y Aragón, principalmente, donde se concentran muchas empresas productoras de piensos y forrajes y un número importante de explotaciones agrarias.
Cruset añade que los responsables de la APT están “en contacto permanente” con las empresas concesionarias, consignatarias y navieras de la comunidad portuaria para seguir de cerca la evolución de los acontecimientos en Ucrania.
