El Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) ha desestimado el recurso contencioso-administrativo presentado por CSP Iberian contra la resolución de la Autoridad Portuaria de València (APV) por la que se convoca el concurso público para la construcción de la futura terminal de contenedores en la ampliación norte.
Los magistrados del TSJCV rechazan el recurso contra los pliegos con el que la filial española de Cosco Shipping Lines, competidora de MSC, intentaba anular la licitación de la concesión de la nueva terminal.
La resolución supone un balón de oxígeno a una obra proyectada dentro de la ampliación norte, que comenzó en 2008 y concluyó en 2012 con una inversión de 200 millones de euros para la construcción de un dique de abrigo (fase uno) que ha de albergar la nueva terminal (fase dos). Con esta infraestructura, de las denominadas de cuarta generación, Valenciaport aspira a tener la terminal automatizada más sostenible del mundo.
Según exponen los magistrados en la sentencia, “la alteración y/o caducidad de la DIA es una cuestión ajena al pliego e incumbe a una autoridad distinta a la APV, la dirección general de Calidad y Evaluación Ambiental del ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico”. Por ello, rechaza los motivos que alega CSP sobre el concurso y el pliego para la construcción de la nueva terminal. Para los representantes de CSP, la APV “no contesta lo que se le pregunta o lo hace con evasivas”.
Más leña al fuego
La decisión judicial irrumpe en medio de una gran polémica desatada por Compromís, que ha encontrado en CSP un aliado contra la ampliación. El socio de gobierno del PSPV en la Generalitat Valenciana declaró la guerra sin cuartel a la nueva terminal, cosa que no hizo cuando se construyó en 2008 el muelle de abrigo, que constituye la ampliación norte propiamente dicha.
Compromís se opone al considerar que la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) que la avala está caducada por ser de 2007, pese a que Puertos del Estado la considera vigente y deja a criterio de Valenciaport la posibilidad de hacer una nueva. Encargar un nueva DIA retrasaría el proceso de construcción más de un año y supondría que la adjudicataria MSC se planteara otras alternativas menos conflictivas en puertos europeos o africanos.
La formación nacionalista alega además que la ampliación acarreará presuntos daños medioambientales, extremo que se rechaza tanto desde Valenciaport como desde la Universitat Politècnica de València. Esta última presentó recientemente un estudio avalado por la Confederación Empresaral Valenciana y el Propeller en el que concluye que los daños en el litoral sur del puerto se hicieron en ampliaciones anteriores, se han aplicado medidas compensatorias y la nueva ampliación no los ha aumentado.
