Los transportistas acusan a la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, de “echar balones fuera” cuando afirma que las demandas del sector exceden de sus competencias. Desde la patronal CETM recuerdan a Sánchez el compromiso alcanzado con el Gobierno en julio del año pasado sobre varias cuestiones, entre ellas, la de no imponer el pago por uso en las autovías sin consenso, uno de los temas más conflictivos.
En una carta abierta dirigida a la ministra, la Confederación Española de Transporte de Mercancías cree que “es hora de que tomen en serio a los transportistas”, porque sin ellos “podría colapsarse el país”. La organización recuerda que aportan a las arcas del Estado 19.000 millones de euros al año a través del impuesto de hidrocarburos, “más que suficiente para hacer frente al mantenimiento de las carreteras”.
Los transportistas también reclaman la devolución de 200 millones de euros por el céntimo sanitario, y reprochan al ejecutivo el apoyo que brinda a los cargadores en el conflicto abierto por las masas y dimensiones máximas permitidas, la ampliación a 44 toneladas, que el anterior ministro José Luis Ábalos se comprometió a no tocar. “Las presiones para ceder y complacer a los grandes cargadores tampoco dejan de sucederse”, lamentan.
Sobre la problemática de la carga y la descarga, el papel del ministerio es “fundamental”, y afean al Gobierno que la vecina Portugal sí se ha atrevido a regular, prohibiendo que los conductores realicen estas labores. “¿No es esto tampoco competencia del ministerio que lleva el nombre de Transportes?”, señalan.
También se refieren al encarecimiento del precio de los combustibles en el último año, y a la necesidad de establecer la revisión obligatoria del precio del gasóleo en la ley del contrato de transporte, “para que los cargadores dejen de presionar sobre las tarifas”.
Finalmente, se quejan de la falta de áreas de descanso seguras, especialmente en estos tiempos de pandemia. “Las que existen son insuficientes y muchas carecen de servicios primordiales para el bienestar de los conductores y no cuentan con la seguridad necesaria para que al día siguiente no se encuentren con los remolques rajados”, aduce CETM.